Hay personas que no tienen opción, que su sustento está en la calle, al aire libre y que para mantener a su familia salen todos los días de su casa a ejercer su oficio y aunque el calor les pega fuerte, luchan contra la ola más intensa que se ha registrado en Tampico en los últimos años.
Son vendedores de paletas, de trapeadores, de tacos, albañiles y tortilleros, aquellos "héroes" que las temperaturas superiores a los 40°C (y en algunos casos hasta 65°C) no los ha logrado vencer.
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EL SOL DE TAMPICO salió a las calles con un termómetro industrial conocer la temperatura real con la que estas personas trabajan para ganarse la comida que llevan puntualmente a casa.
Trabajar en una tortillería implica aguantar hasta 65°C
Dicen que los números no mienten y en la tortillería donde trabaja Felipa Rivera Mendoza el termómetro industrial marcó una temperatura en interiores de 65.6°C, mientras que afuera era de 39.1°C.
“Ya me acostumbré al calor, está más fuerte estos días, desde hace unos 5 días se siente lo doble aquí adentro”, relató la mujer que lleva 17 años trabajando la tortillería.
Dijo que su jornada no ha cambiado pese al calor por lo que diariamente permanece dentro del negocio hasta nueve horas.
“Tomo agua, suero para aguantar la jornada, no esta difícil trabajar aquí cuando a uno le gusta el trabajo”, afirmó.
Al ramo de la comida también se dedica Rodolfo Jacobo Vicencio, de oficio taquero y que en medio de este calor trabaja en vía pública en medio de 39.4°C.
“Me dedico al negocio de tacos de cecina, ahorita se siente mucho calor por lo caliente del comal y estoy aquí desde las dos de la tarde hasta la una de la mañana. Yo por eso aquí tengo agua y refresco, porque la calor es bastante”, declaró.
"Se sienten como brasas en los pies", explica un vendedor de paletas
Ramón Hernández Rodríguez, un señor de edad mayor que por décadas se ha dedicado a vender paletas, no recuerda un calor similar
“No se aguanta el calor, yo ando por necesidad. He sentido este año más caliente que el pasado inclusive, los pies se sienten como si anduviera en brasas”, aseguró el hombre mientas observaba que como termómetro marcaba los 36°C.
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José Alberto, quien se dedica a vender escobas y trapeadores, han tenido que cargar una botella de agua más grande o pedir líquido en las casas.
“El calor está bastante fuerte, es difícil trabajar así, camino un rato y descanso, cargo una botella grande y hay veces pido en las casas que me regalen tanta agua”, apuntó.
Mientras que Darío del Ángel, que es recolector de alimentos en los mercados de Tampico y que trabaja empujando su diablito desde las 6:00 hasta las 16:00 horas, explicó que ya ha visto a amigos caer por golpe de calor.
“Es duro, porque las temperaturas están insoportables, hay que echarle ganas, hay que llevarle sustento a la familia, un compañero sufrió un golpe de calor, no se presentó a trabajar dos días”, dijo el hombre cuando había 41. 2°C en la calle.
Otro oficio que es imposible que evada trabajar a la intemperie es el de los albañiles, donde Alejandro González regularmente labora por 12 horas.
“Bajo el sol trabajo de siete a siete. Ahorita nos están bajando una hora porque el sol está muy intenso y aquí estoy con pura agüita, pero está muy fuerte el sol”, indicó.
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El albañil, que ni siquiera en la entrevista dejó de palear arena, advirtió que cuándo siente que podría venir un golpe de calor se refugia en la sombra más cercana.
“Hasta la fecha no me he sentido mal, pero cuando se siente el cuerpo muy caliente hay que irse unos 20, 30 minutos a la sombrita”, recomendó bajo un sol de 40°C.
Así es como las personas trabajan bajo el sol, aquellas que por necesidad no pueden echarse para atrás, aunque el calor les pegue y les arda en todo el cuerpo.