La paralización del sector de la construcción en 2020 debido al Covid-19 trajo consecuencias para la contratación de fianzas, requeridas para llevar a cabo una obra pública o privada.
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Las empresas vieron retroceder los contratos de construcción por la pandemia sanitaria y por ende la adquisición de una fianza que sirve para garantizar a quien contrata al constructor que aplicará bien los recursos bien y que va a terminar la obra en tiempo y con la calidad que se establece en el contrato.
“En el sector de fianzas ha habido una reducción muy importante de más del 20%, la situación es diferente con los seguros, porque las empresas que daban contratos para obras de construcción se han detenido muchísimo y por lo tanto no piden fianzas porque no hay contratos, el sector de las fianzas se ha visto mucho más afectado que el de los seguros”, dio a conocer Alejandro Sobera, presidente Nacional de la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas.
Debido a que para las fianzas su principal fuente son las constructoras tanto públicas como privadas al para sus actividades si tuvieron consecuencias en su demanda, sin embargo, también hay comercializadoras que requieren de fianzas.
“Si es una comercialización la fianza garantiza que haya un pago y que se entregue el producto tal y como se ofreció en el contrato”.
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