Debido a que el sistema lagunario Chairel se encuentra al 129% de su capacidad de almacenamiento, un estimado de 160 millones de metros cúbicos de agua dulce se escapan al río Pánuco para terminar en el mar. Por este motivo, las autoridades están considerando la posibilidad de reforzar los diques para contener el recurso.
El titular de la Secretaría de Recursos Hidráulicos de Tamaulipas, Raúl Quiroga Álvarez, informó que la capacidad de almacenaje de este sistema lagunario es de 676 millones de metros cúbicos de agua, aunque actualmente cuenta con 860 millones, lo que provoca que el agua dulce se escape.
"Estamos desfogando agua que va a dar, ustedes lo saben, al Pánuco y de ahí al mar. Primero debemos estudiar si pudiéramos generar una elevación y, si es factible, poder meter algún obstáculo, alguna costalera para retener el máximo posible", anunció en rueda de prensa.
Aseguró que en todos los sistemas de presas cuando se supera la capacidad total, el agua debe desahogarse por seguridad. “No se puede pensar que con esto vamos a retener el 100%... ya dimos instrucción al organismo operador para que se hagan las verificaciones del caso y ver la factibilidad de poder almacenar por arriba de la cota”.
“Lo vamos a valorar, no se ha hecho nunca, seguramente no será algo sencillo, pero vamos a valorarlo”, adelantó.
Crisis hídrica costó 148 millones de pesos
Declaró que esta crisis de agua, que dejó a casi 900 mil ciudadanos en el sur de Tamaulipas con problemas de abasto, generó un costo para el Estado de 148 millones de pesos.
“Tuvimos que hacer inversiones extraordinarias porque supimos que iba a ser un año crítico entre desazolves, diésel, equipos de bombeo y renta de maquinaria, renta de pipas, isotanques, dragados”, detalló.
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“Aquí en Tampico es de 70 millones, en Altamira anda en el orden de 50 millones, Pujal Coy 10 millones y El Mante nos pidió apoyos para mejorar su infraestructura, se nos autorizó alrededor de 14 millones, con participación de la Federación y del Estado”, reveló.
Acusan que hubo filtros sin cambiarse en dos décadas
Afirmó que a la crisis de la sequía se sumó la falta de mantenimiento en infraestructura, donde detectaron filtros que no se habían cambiado en 20 años, cuando esto debe realizarse cada cuatro o cinco años.
“Nos encontramos también con problemas heredados de anteriores administraciones, que nuestros filtros no habían sido repuestos, son muy caros y que no los reponían, nomás los lavaban y se quedaban con el dinero”, señaló.
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Explicó que el funcionamiento de este sistema depende, en parte, de la calidad del agua. “Encontramos que hay todos esos vicios y ahora la tarea es cambiar todo eso y son millones de pesos que seguramente tendremos que buscar donde estén para poner en condiciones de infraestructura que nos permita dar un mejor servicio”, declaró.
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Quiroga Álvarez concluyó que con la cantidad de agua que se almacenó en el sistema lagunario, la población de Tampico y su zona metropolitana tiene garantizado el servicio para un año, aunque no volviera a llover.
