Pese a que Tamaulipas no es una entidad que se considere con altos grados de marginación, en los pueblos y en las calles más urbanizadas de la entidad sí existe el azote de la pobreza alimentaria, que con la pandemia se recrudeció.
En el artículo Seguridad alimentaria: desafíos para una recuperación sostenible en Tamaulipas, publicado por el Colegio de Tamaulipas (Coltam), bajo la realización de Vera Vázquez, Rodrigo; Ramírez Sirgo, Luis Eduardo; Moreno Rodríguez, Verónica Mirey, advierten la posible afectación por la reducción del Presupuesto de Egresos de la Federación.
“Hoy, en tiempo de inestabilidad económica y contingencia sanitaria, requiere de mecanismos institucionales que garanticen la estabilidad, disponibilidad y sostenibilidad de alimentos sin descuidar su calidad y, por ende, la salud de las personas”, apuntó la publicación.
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COVID DEJÓ A LAS PERSONAS SIN DINERO PARA ADQUIRIR ALIMENTOS
Los investigadores señalaron que los problemas para mantener la seguridad alimentaria durante la pandemia se liga directamente con la caída de los ingresos, debido a que muchas personas perdieron su empleo.
“De acuerdo con Luiselli -2020- no se está dando tanto por falta de disponibilidad de alimentos -la oferta global es abundante- sino por una caída abrupta y catastrófica del ingreso y del empleo. Esta es la situación en muchos países en desarrollo, pero también se observa en países más desarrollados”.
Destacó que las adversas circunstancias económicas por efecto del Covid-19 han colocado al sector agrícola como uno de los más importantes en términos de asegurar el abasto de alimento a la población.
“Hay que tener en cuenta que las reducciones de ingreso por el desempleo y las restricciones en la actividad económica crean presiones en los hogares para satisfacer necesidades básicas como la alimentación”, planteó.
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EL HAMBRE EN TAMAULIPAS
En el territorio tamaulipeco al menos 114 mil personas viven con hambre, que representan 3.8% de los 3 millones 527 mil 735 tamaulipecos.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) una persona se encuentra en situación de pobreza extrema cuando presenta tres o más carencias sociales y no tiene un ingreso suficiente para adquirir una canasta alimentaria.
Es el municipio de San Nicolás, con una población de apenas 926 habitantes, según el último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la región con mayor pobreza en la entidad, donde incluso hasta su población ha disminuido.
El Coneval informó en el 2020 que 14.1% de la población tamaulipeca aún tiene problemas de acceso a la alimentación, por lo que la administración estatal se fijó la meta de reducir la pobreza alimentaria en 30% mediante la apertura de comedores comunitarios.
EXISTE LA POBREZA ALIMENTARIA EN LA CIUDAD
Hay quienes piensan que la pobreza alimentaria se reduce a las poblaciones rurales donde el agua o los alimentos no llegan, sin embargo, en regiones como Tampico y su zona metropolitana también se padece hambre; ya sea en las calles o hasta en las puertas de los hospitales.
La representante de la asociación civil “Por ti y Contigo en la Salud”, Esthela Rodríguez, organismo que se ha dedicado a llevar comida a los familiares de los pacientes que se encuentran internados en hospitales públicos, destacó que la necesidad es grande.
“El año pasado entregamos dos mil comidas en hospitales, es demasiado difícil para las personas foráneas, ya que vienen con lo justo, hay veces que los hospitales les regalan un plato de comida pero es insuficiente”, declaró a EL SOL DE TAMPICO.
Atender otras prioridades los ha alejado de garantizar el alimento para los familiares que aguardan afuera de las instituciones médicas.
“La canasta básica está por las nubes, sabemos que la tortilla está en 25 ó 26 pesos el kilo, ahorita en este tiempo no hemos podido llevar comida”, afirmó la entrevistada, quien coincidió que la pandemia ha complicado la vida a las familias que ya enfrentan otras complicaciones.
LAS RECOMENDACIONES
Después de hacer un estudio bajo un proceso metodológico en el que los investigadores del Coltam identificaron 15 variables que se ligan con la problemática que impacta a Tamaulipas, surgieron algunas líneas a considerar.
“Se recomienda implementar diversas acciones con sentido humanitario, entre las que destacan garantizar el abasto y diversidad de alimentos básicos a las comunidades rurales y urbanas más necesitadas con el fin de no vulnerar su derecho a la alimentación”, indicó el texto.
Además de reforzar los programas de alimentación que lleva a cabo el Ejecutivo estatal para disminuir el indicador de pobreza.
“Minimizar las pérdidas post-cosecha y de alimentos durante su almacenamiento, transporte, distribución y comercialización, para con ello garantizar el acceso económico y físico de los alimentos en la población catalogada como vulnerable”, añadió.