Las empresas energéticas enfrentan el reto de mantener y desarrollar sus proyectos ante cambios en la regulación y una baja en el consumo eléctrico por la pandemia del Covid-19.
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El alza en la morosidad del pago de facturas, la baja demanda del producto, la necesidad de garantizar la continuidad de proyectos, el papel de los órganos reguladores y el involucramiento de sectores público y privado fueron tópicos abordados y analizados en el panel virtual desarrollado en línea por Latam Smart Energy, líder en promoción de la transformación energética.
En las conferencias digitales se sumaron las voces de la presidenta ejecutiva de ICE, Irene Cañas; el Ceo de Acciona, Rafael Mateo; el director de la región Latinoamérica de Enel Group, Maurizzio Bezzecheri; el jefe de Negocios en Engie Latinoamérica, Pierr Devillers; todos moderados por Gastón Fenés, redactor en jefe de Energía Estratégica, al que se le dio puntual seguimiento por El Sol de Tampico.
TENDENCIAS CORTOPLACISTAS DE REGULADORES
“Estamos en una situación transitoria y ojalá de corto plazo, donde hay un potencial empobrecimiento en la región, una caída en la demanda y bajo consumo de energía, que puede generar tendencias populistas y cortoplacistas de los reguladores, que como en crisis anteriores, tratan de modificar las reglas del juego, comentó en su intervención Rafael Mateo, Ceo de Acciona.
El representante de la empresa energética con proyectos eólicos en estados mexicanos como Tamaulipas, amplió que “tenemos que estar muy seguros de que nuestras situaciones son a muy largo plazo, que esto no es un juego de regateo corto, a pesar de que pasemos por momentos difíciles, nuestros proyectos son muy a largo plazo puesto que son inversiones relevantes”.
Dado que reguladores del sector energético en México como el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) cancelaron las pruebas para las nuevas centrales eólicas y solares, hay preocupación de los operadores de estas plantas.
“En Acciona estamos operando en el mundo casi 10 mil 500 megavatios y en Latinoamérica estamos presentes en Costa Rica, México, Chile, pasaremos un bache de crecimiento importante en dos o tres meses, estamos en el momento de diseñar la arquitectura energética de Latinoamérica en el largo plazo, las compañías tratamos de desarrollar proyectos, la velocidad será distinta y la dirección no puede serlo, además tenemos que explicar a ciudadanos consumidores y reguladores que las renovables son la oportunidad de recuperación económica” anotó.
Por cada dólar invertido en energías renovables se recupera entre 3 y 8 dólares, y por cada puesto de trabajo perdido en este ese sector se multiplica por 3.
“Huyendo de tendencias cortoplacista ya sea de política, económica o técnica que traten de hacernos desviar del rumbo en el que se ha trabajado, es una oportunidad de poner en marcha el motor de la recuperación económica es posible acelerarlo, y una forma es que todas estas ayudas públicas sean enfocadas a determinados sectores de la economía que diseñen el futuro y no a sectores que van quedar obsoletos”, afirmó el Ceo de Acciona.
CLIENTES EN LATINOAMÉRICA NO PUEDEN PAGAR FACTURAS
La situación económica generada en el orbe por la desestabilización provocada por la pandemia, ha generado que la morosidad en pagos a empresas generadoras de energía se haya incrementado de manera considerable en Latinoamérica.
Irene Cañas, de ICE -Instituto Costarricense de Energía-, en su oportunidad señaló que hay una reducción en la demanda eléctrica en el sector industrial y comercial, lo que llevará a un aumento en la morosidad.
“Hay clientes que no pueden pagar su factura porque ya no tienen ingresos suficientes para pagar facturas eléctricas y de comunicaciones”.
DEMANDA A LA BAJA, PÉRDIDAS A LA ALZA
Como es lógico mientras la demanda de estos productos se ha desplomado, las pérdidas en el sector son elevadas, provocando descapitalizaciones y poner en riesgo la continuidad de algunos proyectos previstos antes de este boom del Covid-19.
El tópico fue abordado por Maurizzio Bezzecheri, de Enel Group, quien precisó que otro reto del sector energético es la parte financiera, con el tema de la caída en la demanda determinará que las pérdidas crezcan y pondrá presión en la distribución y generación de energía, lo cual conlleva un riesgo, aunque aseguró que el Covid-19 cambiará la forma de consumir energía en las empresas.
“En cuanto a proyectos, hay 5 mil megavatios que se aprobaron para empezar la construcción en Latinoamérica en 4 hidroeléctricas, en geotermia, eólica y parques solares, hay un plan de 17 mil megavatios en fase de desarrollo” , reveló para lo que se necesitan recursos.
De acuerdo con Pierr Devillers, jefe de Negocios en Engie Latinoamérica cada crisis es una oportunidad de reinventarse “como sector hemos logrado demostrar en América del Sur que la transición energética era una oportunidad para los países y eso en combinación con esta crisis”.
Refirió que “se necesita poner en marcha ejes de recuperación, y definir un marco donde se planifique el invertir los recursos públicos, internacionales y privados en este sector de largo plazo, es una oportunidad para los países a limitar y disminuir su interdependencia de hidrocarburos”.
“La descarbonización o reducción del impacto en la naturaleza, demuestra que el mundo seguirá siendo globalizado, y una tendencia de fondo es que estados y gobierno van a fomentar su influencia regional, lo cual es una ventana fantástica de fomentar los mix energéticos eléctricos- renovables y la interconexión con países vecinos para la eficiencia energética”.
