La sequía en la zona norte de Veracruz ha resultado un fenómeno que se acentúa año con año, con efectos devastadores para los sectores primarios de producción, principalmente el agropecuario, donde han tratado de paliar el problema con la construcción de presas y ollas de agua que hasta el momento han servido de muy poco.
Se trata de los municipios de Ozuluama, Tampico Alto y Pueblo Viejo, donde los efectos que la sequía están causando estragos por la falta de lluvias, lo que motivó a las autoridades a implementar un programa para la construcción de ollas, ampliación de la capacidad en las que ya existían, al igual que algunas presas, en donde siguen aplicando recursos sin mayores beneficios, al menos no para los productores.
Gabriel Leal Mejía, productor ganadero en Ozuluama, dijo que se trata de una buena intención de parte de las autoridades, que aún insisten en la construcción de ollas y ampliación de la capacidad de otras, pero que siguen sin brindar el servicio para los productores y las familias que dependen de estas para abastecerse de agua.
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La misma situación priva en los municipios de Tampico Alto y Pueblo Viejo, donde se implementó, en el primero, la excavación de ollas, como parte del apoyo que brindan los gobiernos estatal y municipal en donde se aplicaba una inversión de recursos a través de horas máquina, combustible y operador, pero sin solucionar el problema para el que fueron creadas.
Es necesaria la lluvia en la región
Tomás del Ángel Ramírez, productor ganadero en Tampico Alto, dijo que las presas y ollas para almacenar agua fueron una buena intención, pero parece que ningún funcionario de los involucrados en este programa pensó que estas excavaciones sólo servirían si llovía lo suficiente para que almacenen agua a un nivel razonable, lo que no ha sucedido desde hace casi cinco años.
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“Debemos pensar que el programa llevaba muy buena intención, pero solo eso, la intención, porque en la realidad no han servido para dotar de agua a la población debido a la ausencia de las precipitaciones, pero esto parece que fue lo que se les olvidó, que las ollas solo servirán si llueve, mientras el ganado sigue muriendo y las tierras de cultivo continúan ociosas”, dijo.
Las ollas de agua ya resultan obsoletas para remediar el desabasto de agua que la sequía ha provocado, algunas de ellas construidas hace más de tres años no han logrado cumplir el objetivo para el que fueron construidas que fue captar agua, lo que no sucederá mientras no llueva aseguran los productores.
En Tampico Alto conscientes que las presas y ollas de agua no son la solución al desabasto de agua, las autoridades locales decidieron poner en marcha el proyecto para llevar agua entubada a las comunidades Palachó, Carbono, Quebrache, Lagartero y Agrarios para resolver esta problemática que durante años han padecido habitantes y productores de esta parte del municipio.
Presas y ollas de agua
En Ozuluama son más de 15 mil ollas en toda la zona rural de este municipio, de las cuales actualmente el 40 por ciento están secas, el 60 por ciento restante se encuentra al 50 por ciento de su capacidad, con lo que se abreva un hato de casi 250 mil reses de 4 mil 276 ranchos.
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En Tampico Alto hay más de 3 mil ollas de agua que abrevan una ganadería superior a los 23 mil animales de por lo menos mil 800 ranchos ganaderos, de los cuales se ven afectados mil 200 unidades por la sequía, que tienen unas 15 mil cabezas de ganado, y donde el 35 por ciento de las ollas están vacías y el resto el 65 por ciento de su capacidad.
En el municipio de Pueblo Viejo existe una cifra de aproximadamente 2 mil vasos captadores que abastecen rebaños de más de 8 mil animales en 70 ranchos y 200 parcelas dedicadas a la ganadería, donde el 60% de las ollas están vacías, el 40 por ciento restante con mínimos niveles.
En los tres municipios suman más de 20 mil ollas de agua, de las cuales más del 50% continúan secas.