Tristemente, el agua es cada vez más escasa en la región, por lo que campesinos del norte de Veracruz analizan emigrar a productos que puedan cultivar con menos agua ante el bajo índice de humedad.
La crisis hídrica comenzó hace por lo menos diez años y se ha ido agudizando ante la escasez de lluvias, lo que ha disminuido drásticamente las hectáreas de siembra por falta de agua.
En la actualidad existen cultivos que persisten, pero cada vez a menor escala, como jícama, sandía, piña y maíz que por falta de humedad se ha reducido el espacio de siembra, dijo Rogaciano Ávila García, productor del sector agropecuario.
Anteriormente, un campesino cultivaba de 10 a 50 hectáreas de jícama, en la cosecha recuperaba la inversión y obtenía su ganancia, pero la sequía comenzó a golpear drásticamente la producción haciéndola cada vez menos rentable.
Al cosechar menos hectáreas que las sembradas las ganancias de los productores se reducen, lo que impide que vuelvan a sembrar el mismo espacio de terreno para el siguiente ciclo, ante la falta de recursos.
La descapitalización ha sido paulatina, por lo que los campesinos decidieron, en algunos casos, ya no sembrar ante las pérdidas sufridas en cada ciclo, además de no tener recursos que invertir, al menos en la misma superficie.
Planes de emigrar a otros cultivos
Ante el empobrecimiento del campo, los campesinos y sus familias decidieron emigrar a otros cultivos que requieran menor cantidad de humedad para producir, ya que aseguran no les alcanza para continuar con los cultivos tradicionales que durante toda su vida han trabajado.
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La idea de cambiar los cultivos tradicionales por otras opciones que les permitan obtener ganancias resulta cada vez más atractiva para quienes dependen de la actividad agrícola, ya que esta es su única fuente de sustento.
La ausencia de lluvias ha cambiado el panorama y las opciones de siembra de los campesinos del norte de Veracruz, que cada vez esperan periodos más largos para que lleguen las lluvias y para poder sembrar, pero las precipitaciones son cada año más escasas.
Cultivos actuales y a los que buscan emigrar
Actualmente, en el municipio de Pueblo Viejo existen 19 ejidos que albergan a 700 ejidatarios que cuentan con una superficie de aproximadamente 5 mil hectáreas; mientras que en Tampico Alto, en sus 22 ejidos existen 780 ejidatarios con 4 mil 900 hectáreas.
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Los cultivos que se practican en la zona ejidal son: caña, maíz, frijol, jícama, sandía, coco, limón, naranja, camote, calabaza, cacahuate y chile, además de la ganadería.
Las opciones de cultivos con bajos requerimientos de humedad que los ejidatarios analizan para poner en práctica son: garbanzo, frijol, sorgo, ajo, cártamo y girasol, entre otros.
La acuacultura, otra opción
Otra de las opciones que analizan los productores del campo es poner en práctica la acuacultura, para emplear la infraestructura que ya existe, como estanques naturales, ollas de agua, presas o estanques artificiales, así como las jaulas en el río Pánuco.
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A quienes dependen del campo esta opción les permite producir tilapia, bagre, jaiba y ostión, especies con gran demanda en los mercados de la región, en la que la inversión en producción es mucho menor que en el cultivo de vegetales.
La sequía lo ha cambiado todo, hoy la zona norte de Veracruz no es tan verde como antes, los potreros y cultivos lucen polvosos y color sepia debido a la falta de agua, por lo que los campesinos ya analizan dejar los productos tradicionales para buscar aquellos que requieran menos humedad a fin de poder seguir subsistiendo de la tierra que cada vez tiene más sed.
