Los casos confirmados como positivos a Covid-19 en mujeres embarazadas y en estado de puérperas han crecido de agosto a octubre, en un aproximado de 125% y se han triplicado en relación con las que son ingresadas para su estudio diagnóstico al reunir el perfil epidémico como caso sospechoso al virus.
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La entidad tamaulipeca reporta mil 289 mujeres con síntomas similares al Covid-19, detectados antes, durante y después del parto, lo que lo coloca como el quinto con mayor número de casos de entre los 21 mil 855 identificados en la base del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedad Respiratoria Viral (Sisver) de la Secretaría de Salud federal.
Lo que, comparado con agosto pasado, representa un crecimiento de 862 nuevos casos en el acumulado de agosto al corte epidémico del día último de octubre que comprende la semana 45, de este total, se indica que en Tamaulipas se han confirmado como positivas a SARS-CoV-2 hasta 305 mujeres en estado de maternidad.
El 80% de los casos han sido tratados de manera ambulatoria y 20% han requerido de internamiento hospitalario, cinco de ellas han muerto a causa del virus pandémico, mientras que 12 se encuentran internadas en estado de gravedad hasta el corte del 3 de noviembre.
De acuerdo con el informe epidemiológico semanal de embarazadas y puérperas estudiadas ante sospechas de Covid-19 de la Dirección de Epidemiología de la Secretaría de Salud, ninguno de los casos confirmados forma parte de la población indígena, siendo un total de 166 los nuevos casos, en comparación con agosto pasado cuando se contabilizaban 139.
Los principales síntomas en este sector vulnerable de la población, son dolor de cabeza, tos, fiebre, mialgias, artralgia, odinofagia, ataques del estado en general, rinorrea, escalofríos, disnea, dolor torácico e irritabilidad y una minoría a presentando conjuntivitis, diarrea, dolor abdominal, y cianosis.
Las autoridades locales han advertido que las mujeres embarazadas deben vacunarse contra la influenza, permanecer en casa y acudir a su consulta prenatal, para reducir los riesgos de contagio y complicación ante el virus que sigue siendo considerado en fase de alto riesgo.
