Pese a ser vecinos y estar divididos apenas por el río Bravo, el proceso de vacunación anticovid en Texas y Tamaulipas tiene marcadísimas diferencias en organización, atención y trato a la ciudadanía que acude en busca de ser inmunizada.
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Mientras que zonas como Lubbock Texas la coordinación entre autoridades y aplicadores es evidente, las personas son recibidas en sitios climatizados por medio de una organización planeada, prevista y confirmada con llamada telefónica; en zonas tamaulipecas como Tampico y Ciudad Madero las filas son kilométricas y a la intemperie.
En la Unión Americana la aplicación es a la población en general y se tiene un marcado avance en la segunda dosis; pero al sur del río Bravo aún no se ha podido concretar el esquema completo para personal médico y mucho menos para los abuelitos mayores de 60 años, quienes tienen que enfrentarse a un verdadero viacrucis para recibir el biológico.
Desde el pasado lunes 12 de abril comenzó la inoculación en Tampico y Ciudad Madero, denotándose la participación de personal médico del IMSS y del Ejército Mexicano que hacen el mayor esfuerzo por avanzar en la aplicación, así como de personal del DIF Tampico y Ciudad Madero.
Pero, por otro lado, los encargados de la logística y organización han dejado mucho que desear, ya que no se cuenta con cifras del número de aplicación, una coordinación regional del Programa Nacional de Vacunación y menos quien dé respuesta a los abuelitos que permanecen bajo el rayo del sol por horas en espera de su dosis.
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