Matamoros, Tams., febrero 23 (OEM-Informex). - Angustiados por no saber cuándo llegarán a Estados Unidos, migrantes del campamento de Matamoros recordaron a la primera dama Jill Biden su promesa de mejora migratoria.
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La esposa del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitó a los migrantes el 22 de diciembre del 2019 cuando ellos aún vivían afuera del cruce internacional, antes de que se conformara el campamento conocido como Ciudad Migrante, asentado a orillas del río Bravo.
En aquella ocasión, la mujer que se ha dedicado a la docencia, arribó a Matamoros acompañada de activistas como la hermana Norma Pimentel, el obispo católico Daniel Flores y el representante demócrata Filemón Vela.
El hondureño Rolando Sabillón, quien fue uno de los migrantes que tuvo la oportunidad de hablar con Jill Biden, dijo que lo más importante para ellos era que la señora viera las condiciones en la que vivía.
Incluso medios locales reportaron que la ahora primera dama, calificó la situación como "desgarradora".
"Dijo que si ella y su esposo tenía la oportunidad de llegar en algún momento -a la presidencia-, el campamento iba a ser prioridad para ayudarnos porque estaba viendo la forma en que vivimos en un campamento improvisado, esto no es vida", declaró a El Sol de Tampico.
"Habló con nosotros, vio como estábamos y es que en ese momento estábamos ahí tirados en la plaza. Lo que le pedimos ahora es que no nos olvide", dijo el migrante, quien recordó que Jill Biden, junto con los activistas entregaron algunos regalos y comida.
"Estuvimos con la señora, por eso tengo esa foto, le dijimos lo que estábamos padeciendo y ella lo vio", destacó.
"La vida en el campamento aquí es dura, en ese tiempo era peor, éramos más de 2 mil personas y solo había cinco baños", agregó.
La llegada de Joe Biden al poder despertó esperanzas en las personas que migran, incluso dentro del campamento hay carteles de propaganda política a favor de Joe Biden y Kamala Harris.
A un año y dos meses de ese encuentro, Rolando, quien ha representado a la comunidad hondureña de la Ciudad Migrante, dice estar cansado.
"Es muy triste estar aquí, ya no dan ganas de seguir al ver que las cosas no cambian. Ahora los Biden ya están en el poder hay que esperar que nos recuerden", dijo el joven que llegó a Tamaulipas el primero de agosto del 2019.
Actualmente están apostados a un costado del río Bravo unas 700 personas, en su mayoría bajo el MPP (Protocolo de Protección a Migrantes, por sus siglas en inglés), con la esperanza que, por fin Estados Unidos les abra sus puertas, lo que hasta este martes 23 de febrero no se ha establecido con certeza el momento en el que ocurrirá.
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