Reynosa, Tam.- La convivencia y cálido recibimiento han hecho que migrantes den un espacio a Jonathan Selby, un misionero y maestro jubilado que alterna sus días para pasar tiempo entre el campamento de migrantes en el municipio fronterizo.
Jonathan es originario de Carolina del Norte y ha viajado alrededor de Asia, incluso, apoyando a países como Filipinas durante el tsunami y a víctimas de guerra en Palestina e Israel.
Un día llegó a sus oídos lo sucedido sobre la crisis migratoria que existe entre la frontera de México y el Valle de Texas, por lo que decidió apoyar a las caridades en McAllen y unirse a los campamentos migrantes en Texas con donativos.
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Posteriormente, en medio de la pandemia decidió convivir con los migrantes durante varios días, para ello se vistió con ropa en mal estado para pasar desapercibido, sin embargo, las autoridades le pidieron retirarse.
Decepcionado por las autoridades de su país decidió visitar a Reynosa, donde actualmente cohabitan más de 2 mil centroamericanos que buscan llegar a los Estados Unidos mediante un asilo político.
"No puedo creer que toda esta gente esté atrapada aquí y sin saber qué hacer, mi corazón se rompió, así que regresé a Estados Unidos para comprar provisiones y traerlas", dijo.
Los migrantes no hablan inglés y Jonathan no habla español, así que con ayuda de traductores digitales conviven durante cuatro o cinco días a la semana, tras haber visitado varios países a lo largo de su vida aseguró amar la cultura general de México y la amabilidad de los migrantes que lo han integrado al campamento donde es conocido como "el abuelo".