El cese de actividades puso en jaque al mundo en 2020, el factor económico se vio colapsado y, con negocios cerrados, la vida se tornó en encierro que empujó al mundo al sedentarismo y este al acantilado de la obesidad, una epidemia con la que nunca dejamos de luchar.
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Sin recreo, ni las famosas “retas” en el colegio, muchos niños cuya actividad física se desarrollaba exclusivamente en la escuela tuvieron que cambiar al convertir sus propias habitaciones en aulas y patios escolares con la implementación de las clases en línea.
En un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública sobre la obesidad en México, se explica que “los primeros años de vida son de gran importancia tanto para el crecimiento y desarrollo, como para la prevención de sobrepeso y obesidad en las etapas posteriores de vida”.
Así mismo llama a la edad preescolar y la adolescencia como "una oportunidad crítica para la prevención del sobrepeso y obesidad”.
De acuerdo con la UNICEF, en México 1 de cada 3 niños y adolescentes entre los 5 y 19 años padece obesidad y sobrepeso, con una prevalencia combinada en la población escolar del 33.2%.
De acuerdo con el estudio Caloric Beverage Consumption Patterns in Mexican Children, publicado en la revista Nutrition Journal, se observó que el aumento en la obesidad infantil y la prevalencia de sobrepeso y obesidad se observa durante la escuela primaria.
El nutriólogo Jesús Antonio Torres Saavedra indicó que “se considera obesidad a la acumulación excesiva de tejido graso, por el alto consumo de azúcares o comida chatarra, en general malos hábitos alimenticios”.
Durante mucho tiempo se ha considerado al sobrepeso como un tema de herencia o genética, a lo que el especialista remarcó que esto se trata más de una tendencia en los hábitos de consumo que se heredan de padres a hijos.
ES UN TRABAJO EN EQUIPO
Ha sido casi un año y medio en que el sedentarismo en niños y adolescentes ha incrementado sustancialmente y con ello el número de pacientes con sobrepeso que buscan regular su alimentación para regresar a las tallas de antes de la pandemia.
El profesional en nutrición explicó que así como los hábitos que aprendemos de pequeños de nuestros padres, deben incluirse a todos los miembros de una familia a la hora de tomar la decisión de hacer un cambio.
“A mis pacientes les digo que esto es un equipo, que el papá y la mamá deben de adentrarlos a consumir cosas saludables desde pequeños para irlos acostumbrando; un error común es que suelen comenzar dándoles fruta, que contiene azúcares, cuando en realidad son las verduras las que deben irles dando a temprana edad para acostumbrarlos a consumirlas”.
VERSE BIEN NO ES ESTAR BIEN
Muchos relacionamos de manera directa una persona de complexión esbelta o delgada como una que goza de buena salud, pero el especialista explica que eso no es precisamente correcto, pues únicamente por medio de análisis se puede confirmar el estado de salud.
“Se puede estar delgado, pero por dentro nos muestra que tienen niveles de glucosa, triglicéridos y colesterol muy altos, a esto se le conoce como dislipidemia”, detalló el entrevistado.
El rol de las emociones también juega un papel importante sobre el consumo de alimentos, esto es expuesto en un estudio publicado por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, relatando que comer puede reducir las emociones negativas y es una manera de evadir la realidad. “El encierro nos dio en la torre a todos, con la depresión y el estrés te orilla a consumir alimentos de alto contenido calórico”, agregó Torres Saavedra, quien indicó que el efecto de muchos alimentos de este tipo tiende a elevar la dopamina en el cuerpo que hace sentirse “bien” con las consecuencias que son generar problemas a la nutrición.
EL DAÑO AL CUERPO
Otro de los puntos que de manera paralela se ven afectados por la obesidad en los infantes son sus articulaciones y músculos, para ello entrevistamos a Edson Maldonado, especialista en terapia física quien indicó que las actividades sencillas de la vida diaria se complican para los pequeños obesos.
“Va a tener poca capacidad de movimiento, llámese jugar o convivir con sus compañeros, esto ya se traduce en un problema importante, y a tomar en cuenta de los efectos es que puede ser más propenso a patologías crónicas”, refirió.
Es fácil identificar un abdomen ancho como una señal de obesidad, pero en palabras del entrevistado las partes más afectadas son las que deben sostener el cuerpo como las rodillas y los tobillos.
La gonartrosis es una enfermedad articular crónica que puede desencadenar el sedentarismo, es degenerativa, progresiva, localizada en la rodilla, que resulta de eventos mecánicos y biológicos que desestabilizan el acoplamiento normal de la articulación.
EJERCICIO, PILAR INDISPENSABLE DE LA BUENA SALUD
Siempre se ha cuestionado la importancia del ejercicio en la buena salud, por lo que en este tema nos acercamos con el preparador físico Jorge Izaguirre.
Relató que ha observado que en promedio 80% de los clientes que asistían al gimnasio han regresado en condiciones de sobrepeso, derivado del cierre de los gimnasios y el sedentarismo.
“Si de por sí ya teníamos obesidad con todo esto, veo una gran cantidad de personas que regresaron con obesidad, y la alternativa de hacer ejercicio en casa tampoco ayuda porque tendrías que invertir mucho dinero para un equipo de cardio y no tenemos la cultura para eso”, dijo el ganador de Mr. México.
Muchos infantes tenían justamente en las escuelas el lugar donde podían realizar actividades físicas como jugar o las propias clases de educación física, pero la pandemia congeló la poca actividad que ellos tenían.
UN CAMINO LARGO PARA EL CAMBIO
“Hay que entender que esto es paulatino, poco a poco, ejercicios básicos, movimientos sencillos y conforme vayas avanzando empezar a trabajar con un objetivo y tomarlo como un estilo de vida”, explicó el preparador físico sobre cómo debe iniciar una persona en el ejercicio.
“Lo que ve el niño lo replica, por lo que es importante que el padre y la madre también se interesen por realizar ejercicio” agregó.
¿PUEDO METER A MIS HIJOS AL GIMNASIO?
En los años 70 y 80 existía la creencia de que el entrenamiento en un gimnasio para niños podía ser perjudicial, sin embargo esto fue desmentido en 1985 por la Asociación Nacional de Fuerza y Acondicionamiento.
Incluso en 2013 la revista British Journal of Sports Medicine afirmó que tienen resultados positivos siempre y cuando estén debidamente supervisados por un profesional.
El nutriólogo Jesús Torres reiteró que son más los beneficios que existen y que van de la mano de una buena nutrición, pues “te empiezas a sentir con más energía, tienes más agilidad y hasta tu autoestima al ver los cambios mejora de manera considerable”.
1 de cada 20 niñas y niños menores de 5 años y 1 de cada 3 entre los 6 y 19 años padece sobrepeso u obesidad.