Pesé a ser una actividad al aire libre, las condiciones de la actual pandemia de Covid-19 impactaron negativamente en el turismo cinegético fronterizo
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Actualmente, unos mil cazadores se han sumado a la temporada de caza de venado en la frontera de Tamaulipas, donde se espera una derrama económica de 10 millones de dólares, un 20% menos que el año pasado
Según los registros del año 2019, para esta fecha se encontraban en actividad poco más de mil 300 cazadores, y en este año aún por la condición de pandemia son mil.
El coordinador de turismo cinegético, César Johnson Villarreal, aseguró que "vamos bien, de acuerdo con lo esperado por la situación delicada que se vive en el país con la pandemia, por lo que estamos un 25 a 30% abajo en el número de cazadores que llegaron a la región, en comparación con el año pasado".
Refirió que, aunque es una actividad deportiva al aire libre, muchos cazadores optaron por no salir esta temporada de caza para prevenir y cuidarse de un posible contagio de Covid-19.
“Aquí las autoridades están muy estrictas en el cuidado de la gente, y los cazadores que nos visitan lo hacen con todas las medidas de seguridad y salud, por lo que arriban grupos pequeños a los ranchos y esperamos que a mediados de diciembre lleguen más cazadores”, indicó.
César Johnson comentó que esos días son el punto más alto que se tienen de visitas de cazadores porque hay más movimiento de venados y obtienen muy buenos trofeos.
En esta temporada solo participaron 550 de los 800 ranchos que usualmente reciben a los grupos de cazadores.
Exhortó a las y los neolaredenses a ser buenos anfitriones de los cazadores, pues la derrama económica que dejan en la ciudad es muy buena para la reactivación del mercado interno a beneficio de las familias neolaredenses.
