“Te pedimos padre bendito vida para encontrar a nuestros hijos, tú que todo ves y que todo palpas, sabes que somos unas madres que estamos muertas en vida, luchando cada momento para encontrarlos”, es la oración matutina que realiza Rosa Cisneros, una mujer que desde 11 años que desapareció su hija Dulce Yamelí, se autonombró buscadora de tesoros.
“Tesoro, así le llamo yo, porque para mi, mí hija es un tesoro; yo estoy buscando a mí tesoro y los tesoros de todas esas madres que estamos muertas en vida”, declaró a EL SOL DE TAMPICO, Doña Rosa, mujer que encabeza el colectivo Madres Unidas por Nuestros Hijos Desaparecidos, San Fernando.
La mujer que pasa prácticamente todos sus días buscando en los parajes de Tamaulipas y principalmente en el campo de exterminio “La Bartolina”, ubicado en Matamoros, aseguró que la vida de un ser querido representa un tesoro.
“Hay muchos compañeros que están aquí, que buscamos al hermano, al esposo, al familiar para nosotros son nuestros tesoros y no vamos a dejar de escarbar”, afirmó.
La búsqueda de dulce yamelí
Doña Rosa, que es como la conocen en este entorno, relató que ella y su hija Dulce fueron secuestradas en San Fernando, Tamaulipas en mayo del 2012, aunque ella con heridas logró escapar su hija no lo hizo por ello la busca, así como las 59 personas que forman parte del colectivo.
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“Yo busco a mi hija, Dulce Yamelí González Cisneros, nos llevaron a las dos, yo soy sobreviviente, yo no hubiera querido sobrevivir, yo hubiera preferido que mi hija hubiese sido la que sobreviviera, es muy difícil, soy una madre muerta en vida que lucho y busco a mi hija”, expresó.
Dijo que como madre, desde que desapareció su hija, se encuentra incompleta.
“Son nuestros tesoros, nos los arrebataron de nuestras manos y es lo más valioso que tenemos en la vida y no los vamos a dejar ahí. Nos sentimos incompletas porque nos hacen falta nuestros hijos por eso estamos aquí, es un sacrificio grande”, afirmó.
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No celebra las fechas especiales
Rosa explicó que le es difícil celebrar fechas como el Día de la Mujer o el Día de las Madres.
“No tengo fechas que se conmemoren porque para mí todos los días son iguales, al igual que para mí y todos mis compañeras; buscamos a nuestros hijos porque sufrimos al momento de que nos dimos cuenta de que estábamos embarazadas, cuando la tuviste en tu vientre, cuando nacieron y ahora no la tienes”, destacó.
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“Yo tengo todo en mi casa, esperando a que mi hija llegue, algo muy difícil para mí y todas mis hermanas”, sostuvo. Agregó que en este duro camino donde al menos se buscan a 12 mil personas en Tamaulipas, ella ha observado que las madres son las que más buscan.
“Uno de madre tiene toda la fuerza para seguir en esta lucha, el carácter me ha salido de mi dolor; de tanto caminar aprendes, yo tengo pocos estudios, yo era 'comerciante' y mira donde estoy”, enfatizó la mujer que en su oración también pide por quienes le han hecho daño.
