Rotulista: El oficio que se rebela a la era digital

Forzado a convivir con otras formas de comunicación visual en las calles y paredes de la ciudad, el rótulo a pincel se rebela ante la digitalización y resiste el embate

Paulo Monsiváis | El Sol de Tampico

  · domingo 8 de noviembre de 2020

Foto: Paulo Monsiváis | El Sol de Tampico

Habilidad, ingenio y paciencia se conjugan en este oficio, uno de los pocos que todavía requiere del pulso diestro de una persona para realizarlo y que lamentablemente es cada vez más escaso, pues las letras, diseños y dibujos a mano quedan ya en pocos talentos.

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“Todavía hay locales que aprecian este trabajo, aunque nos han quitado mucha chamba las lonas y los letreros computarizado, pero eso no dura, permanece más el rótulo, por ejemplo, en este negocio lo hice yo hace 8 años y hasta ahora lo estoy realizando de nuevo”.

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Comenta Ricardo Azuara Rodríguez, quien lleva poco más de 30 años en el oficio de rotulista, quien aprendió su labor con los maestros de los viejos talleres, “uno que recuerdo que fue escuela para muchos de los rotulistas de la zona es Don Trini García Ponce, que hacía a grandes empresas sus letreros y campañas de publicidad”.

“En los rótulos se puede representar todo clase de logotipos, letras dibujos y diseños a todas las escalas que requiere el cliente, es algo que tiene una vista diferente a los impresos por la computadora, se siente más humano y en una forma atractiva se integra a la imagen de los locales”, agrega.

Es un oficio que se resiste a la era digital, añade, “porque hay muchos lugares que requieren de eso, de repente hasta en la industria se requiere de los rotulistas, porque necesitan rótulos para sus áreas de almacenaje, porque duran más con pinturas especiales para ese tipo de trabajo, que aún no puede suplirse con algo computarizado”.

Forzado a convivir con otras formas de comunicación visual en las calles y paredes de la ciudad, el rótulo a pincel se rebela ante la digitalización y resiste el embate, gracias a que trabajadores de este oficio con Don Ricardo Azuara que lo mantienen vivo en muchos de los paisajes del puerto.