La producción del mezcal en Tamaulipas comienza a levantarse luego de una pausa que se dio a raíz de la pandemia que mantuvo cerrados restaurantes y bares.
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El consumo de bebidas como el mezcal disminuyó en un 30% el año pasado, a causa del Covid-19 en el estado, sin embargo en 2021 están recuperando terreno.
Tamaulipas es uno de los nueve estados del país con Denominación de Origen que otorga el Consejo Regulador desde 1994, entre las marcas más conocidas del estado: Sierra Chiquita, El Tinieblo, Incondicional, El Jatero, San Carleño, El Huajuco, El Palmar y Tambora.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía el año pasado las exportaciones de mezcal se redujeron en 15.2% en el país, contra lo registrado en 2019, unos 63 millones de dólares, en cuanto a la producción fueron 6 millones y medio de litros, de los cuales 4 millones y medio se fueron al extranjero.
Del 2015 al 2019 el crecimiento de esta bebida en exportaciones era de 39.5%, la principal razón de esa caída fue una menor producción debido al Covid-19 y sus restricciones.
“Están activándose los restaurantes ahora que las medidas se relajaron un poco, esperemos que no sea contraproducente están al 75% de su capacidad de atención, eso también nos jala la venta y se ha visto reflejado en pedidos que nos han hecho en otros estados, en Tampico estamos más fuertes con nuevos clientes como El Chachalaco y El Caracol”, reveló Manuel Villarreal, director de la marca de mezcal Sierrra Chiquita.
Señaló que las ventas en el primer trimestre del año han repuntado 25%, en comparación con el 2020, actualmente producen 600 litros al mes de mezcal.
“El año anterior estaba muy muerto, vemos que ha repuntado la gente está saliendo de paseo y eso jala venta de mezcal, y tequila de todas las denominaciones, lo que nos interesa es que consuman mezcal, seguimos este año promocionado la marca, que es artesanal y tamaulipeco y la bebida mexicana por excelencia”, refirió.
Al igual que al resto de los sectores productivos, la intensa sequía que se registra en la entidad les afectó, pero lo que más daño les generó fueron las heladas del 24 de diciembre y de enero que maltrataron el agave, ya que se quemaron algunas puntas y en el municipio de San Carlos, donde tienen el cultivo, mucho agave mermó un poco el azúcar.
“El agave maduro solo necesita 8 litros -de agua- por año, no ocupa mucha, pero cuando hay heladas les afecta, les daña más el frío extremo que el calor, porque el agave está acostumbrado a temperaturas cálidas”, explicó el entrevistado.
Actualmente la fábrica de mezcal Sierra Chiquita está incursionando en el mundo viverista que se encarga de germinar la semilla y va produciendo agave, y se protege en un vivero, “como marca ya estamos trabajando en ello, la idea es no acabarse el agave, sino reproducirlo”.
Sin duda Tamaulipas se posiciona como una de las entidades productoras de mezcal, donde la buena calidad de la producción de agave y la Denominación de Origen dan los elementos para llevar a México y el mundo un producto de muy alta calidad.