Tampico es el puerto jaibo, pero tiene en su escudo a dos nutrias y ahora otro personaje surgido de las especies marinas está acaparando la atención desde hace varios años, lo que está significando una mutación en el emblema de la ciudad, pasando así de ser “Ciudad de perros de agua” a “Capital del cocodrilo”.
Es tal el crecimiento de esta población que en la ciudad hay un mirador de cocodrilos con un busto e incluso una imagen en tercera dimensión en el paseo del Canal de La Cortadura, uno de los sitios más visitados por los turistas.
Un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en 2015, el más reciente que se ha realizado por una entidad a nivel federal, registró que por cada kilómetro cuadrado del sur de Tamaulipas hay tres cocodrilos, lo que implica un crecimiento de la especie de manera muy dinámica, que ha sido im- posible la cuantificación de los ejemplares.
Esta investigación estuvo a cargo del biólogo Gabriel Barrios Quiroz, y duró cuatro años en realizarse, abarcando toda la zona sur de Tamaulipas (Altamira, Tampico y Madero), donde la concentración de saurios es tal que muchas de las áreas urbanas se ven de pronto asediadas por los cocodrilos.
Aún no se sabe cuándo llegó la especie a esta parte del país, ya que un estudio previo al de la UNAM hecho por la Universidad Autónoma de Tamaulipas determinó que la población empezó entre los años de 1995 a 1997, cuando varios ejemplares fueron depositados en la Laguna del Carpintero, sin embargo; todavía no se precisa si ya existían desde antes en el vaso lacustre.
Fue en el 2002, cuando ante diversos ataques que se registraban, las autoridades municipales iniciaron un análisis de la situación para determinar cuál era el riesgo y cómo se podría afrontar. En aquel entonces se determinó que los más de 80 cocodrilos de la Laguna del Carpintero se distribuyeran en varios de los vasos lacustres de la región.
Actualmente, de acuerdo a las autoridades de Protección Civil Estatal, no existe una laguna, de las 15 que hay en el sur de Tamaulipas, que no contenga cocodrilos, estando las más saturadas las del sur de Altamira y norte de Madero, donde la mancha urbana hace que la especie conviva con las personas. Incluso en instalaciones de empresas del corredor petroquímico de Altamira y cárcamos de la ciudad han aparecido saurios.
Así poco a poco al crecer su presencia el cocodrilo moreletti o cocodrilo mexicano (Crocodylus moreletti), empezó a tomar popularidad entre la población, surgiendo el nombre de “Juancho”, para llamar a un saurio de gran tamaño que solía asolearse en pleno Parque Metropolitano, uno de los puntos turísticos más importantes de Tampico y contiguo a la Laguna del Carpintero.
Cada año se registran apenas uno o dos ataques a personas, y todos derivados porque se introducen a los hábitats de los cocodrilos. Teniendo las autoridades registro de ataques a mascotas sobre todo en las zonas aledañas a lagunas en Altamira y Ciudad Madero.
"Juancho", como ahora se les conoce a los cocodrilos en esta parte de Tamaulipas, se tomó como un atractivo turístico más para Tampico, donde se construyó un mirador especial para apreciar a los saurios que viven en la Laguna del Carpintero, que actualmente luce una cerca perimetral para evitar que las personas molesten a los distinguidos habitantes.
Pan, artesanías, restaurantes y embarcaciones llevan ahora el nombre de "Juancho", que alcanzó ya una popularidad tal que hay quienes han pensado en cambiar a la clásica jaiba que caracteriza a Tampico, por el cocodrilo que sigue ganando simpatizantes no sólo en la localidad o en otros estados, sino internacionalmente, desde que Steve Irving, el “Cazador de Cocodrilos” hizo un programa desde la Laguna del Carpintero.
