Visto como un hecho histórico la Revolución Mexicana muchas veces se aprecia como un evento lejano a nuestra zona, pero Tampico y sus alrededores también vivieron este estallido social que representó un cambio ideológico y cultural.
Repercusiones económicas, sociales, políticas y señalamientos incluso de violencia desmedida, formaron parte de los pasajes que se vivieron en esta zona huasteca del sur de Tamaulipas que hoy recordamos a 111 años de que ocurrió.
MILITARES AHUYENTAN A EMPRESARIOS DE TAMPICO
Era agosto de 1913 cuando los tampiqueños despertaron con la sorpresa de que al puerto habían llegado cientos de militares y buques cañoneros, la imagen los llenó de temor, meses atrás habían matado al presidente Madero, su seguridad y su futuro era incierto.
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Controlar el puerto de Veracruz junto con el de Tampico era determinante para ganar esta guerra civil, los empresarios norteamericanos apostados en esta pujante ciudad sabían que se acercaban días duros por lo que aterrados, decidieron huir.
De acuerdo con el libro Compromiso que Trasciende de Grupo Tampico, los carrancistas llegaron a Tampico en diciembre, cercando el perímetro, controlando los caminos y las vías férreas.
Este asedio y la supresión de las garantías individuales ordenada por Victoriano Huerta, obligó a que los empresarios hicieran sus maletas para abandonar Tampico y en muchos casos, jamás volver.
“Hubo algunos estadounidenses que decidieron embarcarse para volver a su país, temerosos de que las cosas se salieran de control”, relató este libro.
En efecto, la llegada de los revolucionarios aterrorizó al Puerto, los carrancistas se instalaron en las mejores casas, la única de la que se sabe y que sigue en pie es la casa Gándara.
Por si fuera poco, el conflicto revolucionario, el 21 de abril de 1914 se registró una ocupación por parte de los Estados Unidos en Veracruz.
“Antes del desembarco de los marinos norteamericanos en la principal ciudad veracruzana, el cónsul de los Estados Unidos en Tampico solicitó a los residentes de esa nacionalidad que se concentraran en sus oficinas para evitar cualquier represalia de ciudadanos mexicanos en Tampico”, señala la obra.
LOS FLEISHMAN NO SE FUERON DURANTE LA REVOLUCIÓN
Aunque este ambiente de represión y violencia que imperaba en Tampico en aquella época afectó la actividad comercial la fábrica “La Pureza”, que padeció de escasez de insumos para elaborar sus productos, Leo Fleishman y su hijo Herman Harris decidieron quedarse en la ciudad.
“Leo Fleishman pudo haber decidido llevar su fábrica a otra parte, sin embargo, no lo hizo, se quedó en el puerto a seguir produciendo sus bebidas de sabores”, recordó esta publicación.
