Además de lagunas y ríos, Tampico estuvo en una época, hace poco más de 900 años, también rodeado de pirámides, que el tiempo y la modernidad no han podido sepultar, pues algunos de estos centros ceremoniales aún sobreviven en diversas colonias, algunos perdidos, otros ocultos y uno más abierto al público. Pero, ¿sabes qué secretos ocultan?
Cuando solo se podía llegar navegando a la antigua metrópoli de Las Flores y de Tancol, los equinoccios eran los días más importantes de la vida. Cada primavera, desde Pánuco hasta más allá del delta del Tamesí, la tierra se llenaba de ritos y bailes para dar la bienvenida a la nueva época que ofrecían los dioses.
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Desde sus inicios, la zona sur de Tamaulipas y el norte de Veracruz fueron una metrópoli
Los sitios de Las Flores, Tierra Alta, la isla de la Pitahaya y Tancol, fueron apenas encontrados entre 120 y 97 años atrás, algunos después de que estuvieron ocultos durante 400 años en la selva de la huasteca, otros, aunque han sido mencionados, como uno que se ubicó en donde actualmente es la colonia Nuevo Amanecer y otro que estuvo en la parte oriente de la ciudad, ya no han sido recuperados.
En total, desde González, Tamaulipas, hasta Pánuco, Veracruz, se contabilizan 38 puntos de asentamientos prehispánicos registrados por los arqueólogos, lo que refleja que desde su inicio la zona metropolitana estuvo unida en una estela de energía que fluía por las lagunas y los ríos que alimentaban esta tierra.
Los misterios de los habitantes del Tamesí y el "templo blanco"
Las pirámides de Tampico han sido tema de investigación desde 1826, con los aventureros que encontraron piezas en los puntos que les fueron asignados para vivir y con los primeros exploradores extranjeros que llegaron hacia 1888 en busca del “templo blanco”, que después llamarían centro arqueológico Las Flores. Donde se hallaron entierros dentro de las paredes de la pirámide y pictogramas misteriosos.
Ya entrado el siglo XX son descubiertos el complejo de Tancol, más al norte del municipio, ahí se encontraron 13 montículos, cinco entierros y 120 objetos, algunos datan de 250 años antes de Cristo; Tancol está considerada como la población más grande y más antigua de la zona y una de sus pirámides quedó dentro de un predio particular.
La isla de la Pitahaya, como se le conoce a un centro ceremonial que se ubicó a un kilómetro de Las Flores, con pirámides “ovaladas” que han sido ya destruidas, fue un punto de encuentro entre los huastecos y fue descubierta a principios del siglo pasado.
En medio de una colonia ocurrió lo inesperado: un hallazgo de relevancia mundial
Pero el que daría fama a Tampico en los años recientes fue el sitio de Tierra Alta, que se encuentra en los límites de Tampico con Altamira, compuesto de siete pirámides, la más alta de seis metros. Donde se encontraron cinco entierros, el más espectacular: uno doble de dos mujeres jóvenes que tenían entre sus ofrendas un collar de oro y varios objetos de cobre.
En su libro “Panorama Arqueológico de Tamaulipas”, el arqueólogo Gustavo Ramírez Castilla señala que este hallazgo, realizado apenas en el año de 1999, fue nombrado el descubrimiento del año por el anuario científico más importante de Francia y tuvo una relevancia mundial.
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¿Personas con deformaciones cónicas en sus cráneos? Aún hay misterios por resolver
Entre los sitios arqueológicos de Tampico se han encontrado pictogramas misteriosos, personas con deformaciones cónicas en su cráneo, objetos que los investigadores no han podido concluir que son o que representan, por ser muy peculiares e incluso algunos que no deberían de estar ahí, por la fecha a la que pertenecen, como puntas de flechas y otras armas.
Estos misterios siguen esperado a ser explicados, como otros que se viven alrededor de estos puntos donde alguna vez se realizaron ceremonias que buscaban entender al universo y que ahora van quedado como una marca en la historia de esta zona de la huasteca.
Las aldeas prehispánicas situadas en las riberas lacustres del Tamesí y el Pánuco, fueron las que moldearon la forma de vida y economía, basada en la pesca, que continúa con ligeros cambios tecnológicos hasta la fecha en esta región y que abrieron la brecha a nuevos habitantes.
Tampico y sus pirámides: una herencia que "permanece"
La energía fluye por ríos y lagunas, que una vez fueron el único camino para llegar a estas ciudades de los pobladores de la niebla y el agua, que aún esconden secretos bajo los vestigios de sus templos, para sorprender a propios y extraños.
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Sin duda Tampico y sus pirámides siempre tendrán mucho que contar a quienes deseen "escucharlos", aunque tal vez el secreto de los pictogramas y de los cráneos con misteriosas deformaciones no sea revelado.