Debido a las características de su trabajo, las trabajadoras domésticas son una población vulnerable ante la pandemia del Covid-19, carecen de servicios médicos, prestaciones para adquirir una vivienda, vacaciones y aguinaldos, las recientes iniciativas del Gobierno de dotarlas de beneficios, poco han ayudado a mejorar sus condiciones laborales.
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En Tamaulipas hay 64 mil mujeres que se dedican al trabajo doméstico remunerado y que también se han visto afectadas por la crisis económica, ya que la gran parte de los patrones las han despedido por el temor a los contagios, ya que tienen que trasladarse en el transporte público, reveló la doctora Guadalupe Isabel Ceballos Álvarez.
“Se pretende que tengan servicio médico y prestaciones pero el patrón es el que debe otorgar las garantías, pero seguramente la están pasando mal y no tienen otras opciones, han estado trabajando por muchos años en esta labor”.
Comentó la investigadora que existe un sentimiento de abandono, cuando hay estos despidos en medio de una crisis como esta, ya muchas se sienten parte de la familia en la que trabajan, porque llevan mucho tiempo.
“Hay quienes si toman en cuenta a estas señoras y les dan su sueldo, la comida y todas sus prestaciones, en otros casos no, porque las liquidaron esperando que pase la cuarentena para volverlas a llamar, porque saben de la necesidad de trabajo que tienen”.
Datos del INEGI revelan que el 80.3 % gana 2 salarios mínimos o menos; 97.3 % no cuenta con contrato laboral formalizado por escrito.
Las jornadas llegan a ser de 35 horas o más a la semana en 45.8 % de los casos.
“Es necesario legislar en el tema para que sea obligatorio darles prestaciones, no a voluntad de los patrones, sino que debe ser obligatorio, lamentablemente las iniciativas del Gobierno no son suficientes, se debe poner en la Ley para que los patrones cumplan”.