Dormir adecuadamente resulta tan importante como respirar, por lo que cuando se comienza con trastornos en el sueño se deben de atender de manera inmediata porque puede llegar a desencadenar episodios psiquiátricos o ser el indicador de patologías graves.
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Existen por lo menos 88 tipos de trastornos del sueño, reconocidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de los que en México, de acuerdo a la Secretaría de Salud Federal, los más comunes son: Insomnio -dificultad para mantenerse dormido–; Narcolepsia -ataques repentinos del sueño durante el día-; Parasomnias -interrupción del sueño por conductas anormales como caminar, hablar, aventar golpes, llorar, etc-; Apnea obstructiva -cuando se deja de respirar por segundos durante el sueño- y Disomnias -problemas persistentes para dormir y permanecer dormidos.
El indicador es que hasta el 70% de la población llega a presentar trastornos en el sueño, sin embargo, con la llegada de la pandemia estos casos han aumento hasta en 50%, lo que preocupa, al ser generadores de cambios conductuales.
AL CUARTO DÍA, PEDIR AYUDA
“Cuando se tienen problemas para quedar dormido o permanecer dormidos, se despierta a cada rato, se duerme en momentos inapropiados, se duerme demasiado, se tienen conductas anormales durante el dormir, es cuando se tienen trastornos en el sueño, y existe una gran diversidad de factores que lo generan”, señaló la psicóloga Genoveva González Guzmán, recientemente ganadora del Premio a la Psicología en Tamaulipas.
“Cuando se llega al insomnio es ya un trastorno crónico, y se puede avanzar a otras patologías graves, donde la ansiedad es un factor que siempre está presente, al cuarto día se debe de ir al médico familiar, al psicólogo, porque el paciente se comienza a psicotizar, entonces hay afectación en su vida diaria”. Estrés laboral, preocupaciones familiares, trastornos emocionales, problemas físicos, patologías y dolor físico son algunos de los generados por afectaciones en el sueño.
Cuando el paciente comienza con cuadros psicóticos es cuando comienza a escuchar voces, no tolera los sonidos, tiene una actitud de histeria, que de no atenderse puede generar trastornos psiquiátricos que llegan a ser tan graves que pueden llevar a suicidios, indicó la entrevistada.
PREOCUPACIÓN LABORAL Y USO DE APARATOS MÓVILES
La entrevistada con más de treinta años de experiencia indicó que aunque los trastornos en el buen dormir se habían estado relacionando mayormente con la edad adulta, los malos hábitos y la condición de la vida actual, han cambiado los indicadores, por lo que son personas de 25 a 50 años los que encabezan los casos y además se tiene una alta incidencia entre menores a partir de los 4 años.
González Guzmán, explicó que en los niños y adolescentes la afectación en el dormir se relaciona mayormente con problemas emocionales y uso desmedido así como en horarios inapropiados de aparatos móviles como celulares, tabletas y computadoras, que avientan ráfagas de energía directo al cerebro provocándole una alteración conductual.
Mientras que en la edad productiva (25 a 50 años) se asocia a la preocupación económica, a la presión laboral y presión en el ambiente por cumplir con estereotipos de vida; por lo que el trastorno del sueño se ha convertido en una de las principales causas de inasistencia a los centros de trabajo en el país.
“Cuando los niños lloran frecuentemente estando dormidos, se agitan, tienen movimientos bruscos, se hacen pipí o popo con más de ocho años de edad no es normal, es un trastorno que se debe de atender, en población de edad productiva tienen estos trastornos y el cansancio que les produce los vence, no acuden a trabajar, porque necesitan dormir, porque dormir es tan importante como respirar”.
UN SINFÍN DE ENFERMEDADES QUE PRODUCEN INSOMNIO
Cuando se detectan dificultades para dormir se deben de descartar enfermedades graves en las que el insomnio es uno de los síntomas, como son: cáncer, diabetes, enfermedades cardíacas, asma, enfermedad del reflujo gastroesofágico, hipertiroidismo, Parkinson, Alzheimer, fibromialgia, artritis, depresión, enfermedades psiquiátricas, por mencionar algunas de las más graves.
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“Cuando se tienen trastornos del sueño se interrumpen los biorritmos del sueño, alterando el ciclo del buen dormir, lo que puede hacer que se voltee, duerma de día y esté activos d noche, el sueño que no se duerme no se recupera jamás, y esto no puede ocurrir, porque el sueño debe de ser de noche, cuando se produce la melatonina”, dijo la experta en psicología.
CAMBIO DE HÁBITOS
Para abatir este trastorno, existe un tratamiento fármaco que debe de ser la última opción, ya que se corre el riesgo de producir una dependencia, por lo que se recomienda comenzar con cambio de hábitos y productos naturistas.
Valeriana y pasiflora son plantas que se pueden implementar para provocar sueño.
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El apagar el televisor con media hora de antelación; cortar el internet y guardar celulares, computadoras y tabletas; hacer ejercicio de manera regular, poner música relajante y tener una dieta balanceada pueden mejorar el sueño.
