/ miércoles 11 de diciembre de 2019

Una fe familiar

Música, comida, danzas, pero sobre todo fidelidad concurren cada 12 de diciembre en casa de la familia Alemán Aguilar en la colonia Morelos

Fotos: Cortesía Karla Ruiz Alemán

Antonio Sosa I El Sol de Tampico

El amor, respeto y la fe de una familia tampiqueña a la Virgen de Guadalupe queda de manifiesto cada año al organizar uno de los eventos más concurridos para conmemorar el Día de la Virgen, reuniendo a decenas de personas.

Música, comida, danzas, pero sobre todo fidelidad concurren cada 12 de diciembre en casa de la familia Alemán Aguilar en la colonia Morelos, quienes reciben a amigos, vecinos e incluso desconocidos que acuden a profesar su creencia en la “Morenita del Tepeyac”.

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Todo comenzó desde hace más de 20 años, cuando Mario Alemán, hijo de Doña Maria Aguilar viuda de Alemán abrió las puertas de su hogar para festejar en grande a la Virgen de Guadalupe, sin imaginar que este evento se convertiría en una verdadera tradición en la zona conocida como “La Isla del Encanto”.

“Cuando mi tío Mario falleció, mi abuelita se encargó de organiza el rezo de la virgen santísima de Guadalupe en el patio de su domicilio” mencionó Karla Ruiz Alemán a El Sol de Tampico, asegurando que con el paso de los años toda la familia se ha sumado a este evento.

Los preparativos empiezan desde varios días antes con la compra de lo necesario para la comida y bebida que se ofrecerá a los asistentes, así como la convocatoria a los danzantes y a quien encabezará el rezo.

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Fotos: Cortesía Karla Ruiz Alemán

Poco a poco el patio de la casa No. 313 de la calle Jiménez de la colonia Morelos, ubicada a 2.3 kilómetros de la zona centro de Tampico, comienza a llenarse en torno a la capilla realizada ex profeso para dicho evento.

En punto de las 12 del día empieza el rosario en esta bella fe familiar, a cuya organización se suman hijos y nietos para recibir a los invitados y a quienes llegan de imprevisto para conocer el evento “son vecinos, maestros, amigos de la familia y todos los allegados que también quieren venerar en su día a La Guadalupana, incluso hay personas que llegan y no conocemos pero igual son bien recibidos” dijo la entrevistada.

Posterior a los rosarios se sirve una deliciosa comida, que año con año es diferente, sin faltar el mariachi para cantarle las tradicionales mañanitas, grupo en vivo y los danzantes que hacen su ofrenda a la representante de la fe católica.

A sus 93 años de edad Doña Maria recibe a decenas de personas a la celebración “es una fiesta que dura todo el día” dijo Karla, quien aseguró que “mi abuelita sigue tan entusiasmada como cada año desde que inició y es una tradición que sus hijos y nietos continuaremos por mucho tiempo más”.

La invitación a este evento está abierta para sumarse a la celebración que se desarrollará a partir del mediodía del 12 de diciembre para rendir honor a la Virgen de Guadalupe en el 488 aniversario que se sacra imagen quedó plasmada en el ayate de San Juan Diego, allá en el cerro del Tepeyac.