“Una universidad moderna no es un conjunto de edificios nuevos e instrumentos de laboratorio, por más que esos medios materiales le sean indispensables. Su verdadera entidad la forman los seres humanos; los hombres y mujeres que desde la cátedra o las bancas del salón sepan mantener una inteligencia inquieta, abierta y sin prejuicios a las más adelantadas corrientes del pensamiento científico”.
Fueron las palabras, aquel 18 de septiembre de 1967, del gobernador Praxedis Balboa al inaugurar los nuevos edificios de las facultades de Derecho e Ingeniería en el terreno que ocupa actualmente el campus Tampico-Madero de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) y que tuvieron una inversión de 21 millones de pesos.
UAT, RESULTADO DE LA VISIÓN DE GRANDES HOMBRES
Un mes antes se habían asignado ya 15 millones del presupuesto del estado para la Universidad, que en tenía en ese entonces 17 años de haber iniciado su proceso de creación, pues sus orígenes se remontan a 1950, año de la conformación de la asociación civil “Educación Profesional de Tampico”, que administraba lo que serían la facultad de Derecho y de Medicina.
Suscríbete a la edición digital de El Sol de Tampico aquí
Fue también un 18 de septiembre, pero de 1950, en el número 205 Oriente de la Calle Francisco I. Madero, entre Isauro Alfaro y César López de Lara, donde se ubicó la Escuela Preparatoria de Tampico, donde iniciaron los cursos de la escuela superior de Derecho y de Medicina, lo que abrió el camino a la UAT.
Antes de esos cursos que iniciaron el profesor Artemio Villafaña, Dr. Alfredo E. Gochicoa; Lic. Francisco T. Villarreal, Dr. Miguel Asomoza A., Prof. Julián Terán; Lic. Natividad Garza Leal, Prof. Tirso Saldívar, Lic. Luis Govela González, entre otros, quienes deseaban estudios superiores tenían que irse a la Ciudad de México, San Luis Potosí, Monterrey, Saltillo, Chihuahua, Puebla o Guadalajara.
Sería el 8 de noviembre de 1950 y promulgado el 14 del mismo mes, cuando se expide el decreto con el que se declaran escuelas oficiales del estado las de medicina y derecho, cuyos planes de estudios se ajustaron a los de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y funcionaban en la ciudad y puerto de Tampico.
QUERÍAN QUE LA UNIVERSIDAD FUERA REGIONAL CON NUEVO LEÓN
Mediante una donación del predio y la formación de un patronato se promovieron a lo largo del estado donaciones en pro de la naciente universidad, gracias a ello se pudo en 1967 construir en Tampico los primeros edificios y después con el apoyo de los gobiernos ir moldeando el campus universitario, con más facultades.
La autonomía a la universidad de Tamaulipas llegaría por medio de la tenacidad de los estudiantes, que evitaron también que la naciente alma mater fuera parte de una escuela de educación superior regional que sería administrada desde Nuevo León, iniciando su lucha por ser autónoma y no depender del gobierno del estado.
Mediante plantones, huelgas de hambres y suspensión de clases la lucha por la autonomía costó vidas de estudiantes durante los años de 1966 y 1967, pudiendo concretarse el 15 de marzo de 1967, aunque se conmemora el día 3 de ese mes, debido a que fue cuando se firmó el decreto que lo hizo posible.
NECESARIO BUSCAR NUEVOS HORIZONTES: PRAXEDIS BALBOA
Los avatares de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, desde su génesis en este puerto para ser oficializada, pasando por los grupos de choque que dominaron el espectro universitario en la década de 1980 y parte de 1990, hasta la integración de los nuevos modelos de enseñanza, han sido muchos, como mucha es la tenacidad de quienes hasta la fecha la siguen haciendo grande.
“Buscar nuevos horizontes a ideas conocidas; encontrar soluciones nuevas a viejos problemas y ofrecer nuestros esfuerzos y hallazgos a la comunidad; quien concurra a las aulas sin esta convicción, sin conciencia de la elevada misión que le ha sido encomendada, nada tiene que hacer en la Universidad”, a 54 años, las palabras de Praxedis Balboa, al iniciar aquel curso universitario, siguen más vigentes que nunca y hacen eco en este inicio de la era postcovid que vivimos.