Con su característico sabor dulce acidulado y para la delicia de muchos, ya comenzó la temporada de jobitos, lo que sin lugar a dudas es una de las más esperadas en la región.
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La cosecha de este fruto tropical está en marcha, al notarse los árboles llenos de la pequeña fruta de color amarillo, también conocida para muchos como "el néctar de los dioses".
Es desde mediados del mes de julio hasta septiembre que podemos disfrutar de las ricas aguas frescas, nieves, paletas y licores elaboradas a base de esta rica fruta de temporada, que, sin lugar a dudas es una gran bondad que nos regala la madre naturaleza.
Quién tiene la fortuna de tener un árbol en casa de este fruto puede además de disfrutarlo, emprender su propio negocio al comercializarlo, tal es el caso de la familia Delgado Cárdenas residentes de la calle Pedro J. Méndez, entre Pánuco y Matamoros en la colonia Nacional en Tampico.
Desde hace cinco años iniciaron la venta de pulpa de este cítrico entre sus amistades y ha sido tanta la aceptación que desde el mes de febrero sus clientes ya empiezan apartarle este producto refrescante, incluso llega a ser insuficiente la producción debido a la gran demanda, ya que sus clientes les compran en grandes cantidades para enviar a sus familiares a otras ciudades del país y el extranjero.
El producto o la pulpa del mismo es enviado a sitios como Cancún, Monterrey, San Luis Potosí, Pachuca y a diversos estados de la Unión Americana, donde por paquetería les llega un poco del sabor de esta zona huasteca.
UN PROCESO EN FAMILIA
"Mi papá sembró este árbol de jobito cuando éramos niños, ahora son dos árboles y nos toca a sus hijos cosechar lo que él sembró, por eso los cuidamos mucho, porque gracias a ellos podemos en esta temporada, disfrutar de esta fruta y además obtener un ingreso extra", comentó Rocío Delgado.
En equipo con sus hermanos Héctor y Marisa, además de su hijo Carlos, realizan diariamente la cosecha participando todos en el proceso, iniciando por el corte, recolección, lavado, extracción de la pulpa y finalmente el colado de la misma.
Este procedimiento es totalmente artesanal ya que se extrae la pulpa con las manos y no se licua la cáscara ni el hueso como en otros lugares, es debido a este proceso que inclusive la pulpa puede mantenerse congelada y disfrutar en cualquier temporada del año con su sabor se mantiene intacto.
SOMOS PRIVILEGIADOS POR TENER JOBOS
El jobo solo se da en pocos estados de nuestro país e inclusive hay ciudades donde este fruto no es conocido.
En algunos países como Guatemala, Brasil, Colombia, África, India e indonesia se le da el nombre de hobo, ubos, mango ciruelo, cedrillo o ciruela joba.
Pero no solo se consume la fruta, ya que las hojas del árbol de jobo es empleada como remedios para la inflamación de ojos y malestares estomacales, por lo que esta fruta, además de ser rica en cualquiera de sus presentaciones es utilizada como remedios medicinales.
En la zona se incluye en platillos gourmet, bebidas exóticas, licores y en cerveza artesanal, donde la aceptación de este delicioso sabor es única.
EXÓTICA DELICIA LLENA DE BENEFICIOS
¡Ya hay jobitos! Tanto en su forma original, en aguas frescas o en nieves a los tampiqueños nos encanta esta fruta, sin embargo, lo que muchos desconocemos es que además de ser deliciosa, es muy benéfica para la salud.
De acuerdo con nutriólogos y especialistas, los jobitos proporcionan vitaminas A, B y C; fósforo, hierro, calcio y proteína.
Además, aportan antioxidantes que nos ayudan a prevenir el sobrepeso y la obesidad; tienen propiedades antiinflamatorias que reducen los daños y lesiones al hacer ejercicio; reducen el envejecimiento prematuro y mantienen en óptimas condiciones el sistema nervioso, lo que deriva en buenos reflejos, memoria y facilidades para el aprendizaje.
Hay quienes cocen los jobitos y los consumen como un complemento de su tratamiento para enfermedades renales. Por otra parte, también hay personas que dejan de lado su delicioso y exótico sabor para usarlo de forma tópica y lo untan sobre la piel con úlceras y en las encías inflamadas.
En algunas regiones de América hierven en agua la corteza del árbol y usan la infusión para contrarrestar problemas como la anemia, diarrea, dolor de estómago y gastritis.
Ahora es tiempo de disfrutar un día de verano con agua de jobito.