Setenta años lleva El Sol de Tampico contando innumerables historias en sus páginas, pero hacer llegar las noticias de manera efectiva y hasta la puerta de tu hogar es la labor de una elite de mensajeros informativos que llevan respaldando los esfuerzos de nuestra casa editora desde sus inicios: los voceadores.
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Este cuerpo de trabajadores ha sido los "pies" de la información del periódico y en la víspera de nuestro aniversario decidimos hacer un homenaje a estos incansables andariegos, ya que algunos se han dedicado desde su infancia a repartir nuestro impreso.
Como voceador, desde muy joven Andrés Hernández Rincón se sentó a conversar con nosotros para platicarnos un poco de lo que ha sido, para él, este oficio.
“Yo desde los cinco años venía con mi papá a recoger el periódico y llevarlo, hoy a mis 50 años no dejó pasar un día sin venir por el periódico para ir a repartir”, compartió de manera alegre.
Es fácil contagiarse de la buena vibra que emana don Andrés, quien nostalgia nos recordó tantos lugares y kilómetros que ha recorrido hasta entregar el periódico.
“Andaba yo por la colonia de la Unión, hasta por el aeropuerto, luego me iba hacía casi norte de Veracruz y siempre los clientes buscaban El Sol", relató de manera nostálgica.
Los voceadores a la fecha siguen entregándonos día tras día las historias, algunos con su famoso canto de “El Soool”, y a muchos se nos ha olvidado que ellos han sido testigos presenciales de los cambios de la historia.
A don Andrés le motivaba conocer el puerto y sus alrededores; durante 50 años ha sido un orgullo para él ser un representante del periódico y compartió sobre lo que ha significado ser un trabajador incansable de El Sol de Tampico.
“El que siempre ha generado el cambio ha sido El Sol de Tampico, y ha sido una empresa que siempre nos ha cobijado y apoyado a nosotros los voceadores”.
Nos comentó que también un voceador debe ser un perseguidor de la noticia y debe estar al pendiente de los acontecimientos.
“Cuando salía la primera carretilla con la noticia importante ya estaba uno listo para llevar el bonche para repartir, como cuando pasó lo de la Quina o el ciclón Gilberto. Uno tiene que estar listo porque ese día es cuando la gente más quiere estar informada”, concluyó.
Los voceadores son un músculo importante y en este nuestro aniversario no podíamos dejar pasar la oportunidad de hacerles un homenaje a la usual y extraordinaria labor que realizan, porque, sin duda, El Sol no hubiera cubierto a toda la región con su luz sin los pies incansables de nuestros voceadores.
