A 6 años de haberse habilitado un área para la fosa común en el cementerio del ejido Benito Juárez, al norte Altamira, este espacio se encuentra ya saturado por lo que se hace necesario que se inicien los procesos para poder remover restos de esta parte de la necrópolis antes que se detengan las inhumaciones al no tener ya tumbas para las personas que no son reclamadas.
Actualmente son 186 cuerpos que se ubican en la fosa común en este camposanto ubicado en el kilómetro 35 de la carretera Tampico - Mante, quedando apenas un espacio para 16 cuerpos más, que a decir del encargado del cementerio Juan González Puga se puede saturar en las próximas semanas, al tener ya destinados restos de varias personas para esta zona.
Señaló que aún no se ha determinado cómo es que se logrará hacer más espacio y será las autoridades quienes determinen si se removerán restos para colocarlos en una sola fosa o habrá en inhumaciones en una sola tumba por lo que están en la esfera de lo que sea decida lo cual debe ser en este año al tenerse ya casi todos los espacios cubiertos para los restos de los no reclamados.
La fosa común se ha ido desplazando hacia el norte de estado, ya que en primer lugar estuvo en el cementerio municipal de Tampico, para después pasar a otra necrópolis en la zona de la Pedrera, en Altamira, llegando alrededor del 2013 al camposanto del ejido Benito Juárez del cual podría también ser removida al estar saturado, sin que por el momento se haya identificado otro espacio para su ubicación.