Llegan nuevas drogas sin detectarse en productos naturistas

Incluso se mandan por paquetería ordinaria al no estar catalogadas como productos ilegales

Paulo Monsiváis

  · lunes 13 de mayo de 2019

Con cambios en sus ingredientes para que no sean identificadas como drogas, por lo menos 200 sustancias, forman parte de una nueva tendencia para que el consumo de enervantes no pueda ser detectado en las instituciones de salud que regulan la venta o de las dependencias que castigan la comercialización de narcóticos ilegales.

“Es un aproximado de las sustancias que se han identificado, se les cambian las moléculas a las bases de estos productos químicos y ha hecho difícil justamente saber que es lo que contiene estos productos, lo que nos han informado la Procuraduría es que se distribuyen de forma legal al no contar con reporte de que estén prohibidas”.

Señaló la directora nacional de Desarrollo Operativo de los Centros de Integración Juvenil A. C. Maritza Jiménez Landa, quien menciona que los productos incluso se entregan por paquetería comercial, mientras otros se venden en tiendas naturistas o redes sociales, pues al no estar catalogados como nocivos o causal de adicciones se venden en diversos medios.

Expone que existe una situación grave con estas nuevas sustancias y las ya conocidas como drogas, pues “desgraciadamente los jóvenes ahora tienen “maratones” de fines de semana donde durante tantas horas se combinan y se cambian de sustancias, desde alcohol, mariguana, cocaína y varias de las nuevas sustancias que hace que tengan estados de intoxicación, llegando a los hospitales con cuadros psicóticos”.

Las Nuevas Sustancias Psicoactivas (NSP) se definen como sustancias de abuso no controladas o fiscalizadas que, sin embargo, representan una amenaza para la salud pública, ya que con nombres y estrategias de mercado engañosas evaden controles legales y sanitarios, para distribuirse por diversos medios.

Se comercializan bajo nombres diferentes como “drogas de diseño”, “euforizantes legales”, “sales de baño”, “reactivos de laboratorio”, “productos de investigación” o “inciensos herbales” y son derivados catinonas o cannabinoides sintéticos, que son más adictivos y dañinos que las plantas estimulantes.