“Un hombre exitoso es aquel que gana más dinero… del que gasta su mujer”. Filósofo de Güémez. LO CLARO. Los tiempos electorales, quedamos en claro que todo se acumula a la llamada “guerra sucia”. Luego entonces, el secuestro del futbolista victorense Alan Pulido, acreditado al equipo griego Olympiacos, tomó demasiados matices contrastantes. Ninguno positivo. La pronta acción de la justicia dependiente del Ejecutivo estatal, dejaron mal sabor a los mal pensados que aún deseaban otro desenlace, o que se prolongara la historia de terror que la familia Pulido vivía en carne propia. El hermano Armando hizo acopio de valor para dar su testimonio en medios. (Sic) “Llegamos a pensar que pudiera haber sido por motivos políticos. Nada de eso hubo”. Finalmente, el resultado es uno; el deseado. El joven se encuentra sano y salvo. No quedan espacios a especulaciones ni para raja política. El Gobierno hizo su parte y la sociedad se encuentra en paz con este tema. LO NEGRO. Se fue mi amigo. Amigo de muchos. El mítico Filósofo de Güémez, encarnado en el doctor-político-tanatólogo Ramón Durón Ruiz. Aprendió a consolar el dolor de los demás, ante la inminente salida de este mundo. Faltamos muchos de aprender de ese consuelo. Hasta pronto, amigo. El hombre se torna leyenda… LO OSCURO. Sus derechos laborales a salvo. “No” a la reforma educativa; a la evaluación a los maestros y sí, a conservar las prebendas que les otorgaba el anquilosado sistema magisterial. Esa es la causa que defiende la CNTE y que pretende refrendar ante un patrón –el gobierno- y un auditorio –el pueblo mexicano- que no darán marcha atrás. Más o menos es la situación turbia por la que atraviesa el sistema educativo de nuestro país, que acaso se circunscribe a dos estados del sur, Oaxaca y Guerrero. Antes del lunes de esta misma semana que transcurre, la ciudadanía se manifestaba en un 79% en contra de la CNTE y de sus propuestas de echar abajo la reforma educativa. Hartos de sus obtusas protestas. Llegó el lunes y llegó el ataque a los profesores que raparon públicamente (de entre 40 y 60 años), porque no comulgaban con sus ideales. Del 21% que les demostraba simpatía por enfrentar al sistema (siempre existen los que se identifican con el “que va perdiendo”) ya no queda ninguno. En Oaxaca, sólo como ejemplo, el comité de padres de familia de la escuela Basilio Rojas, tomaron la escuela… ¡para reanudar las clases! En su calidad de verdaderos afectados, presionan a las autoridades a dar respuesta inmediata a su petición “no estamos dispuestos a permitir que nuestros hijos pierdan su año escolar”, dijo Agustín Flores Ramírez, presidente del organismo, quien acompañado de un notario público dieron fe de la reanudación del ciclo y sentando el precedente y ejemplo de la firmeza, que debe imperar el criterio del daño que causan. Esta medida pone en aprietos a los disidentes, que no tendrán otro camino que acatar la instrucción de los empoderados padres de familia. En contraste, en Tamaulipas amenaza un paro magisterial de al menos mil maestros y otro número igual de padres de familia, por razones inverosímiles. Prometa no reírse. El calendario escolar es de 200 días. Es el mismo desde hace muchos años. El mandamás de la SEP, Aurelio Nuño, les ofertó la posibilidad de utilizar dos formas de agotar el calendario. Uno de manera normal -200 días- y uno “recortado”, pero con más horas en cada día, de 185 en total. A lo que deberían decidir en cada entidad, por cuál modelo trabajarían. El resultado: “nos quieren hacer firmar un contrato, que no es el mismo que el contrato colectivo…” Deveras… déjenlo como estaba. En este río revuelto, todos pierden. Sobre todo los pequeños. Y si les parece mal el término de 185 días, díganle a la autoridad que se quedan con uno y que el otro, se lo manden a Maduro, el de Venezuela que hizo escarnio a la OEA. COLOFóN. La real importancia de la educación, la plasmó el Filósofo: “Si haces planes para dos meses, siembra hortalizas. A seis meses, siembra sorgo. Un año… siembra arroz. Si es para toda la vida, edúcate y aprende a trabajar en equipo”.
“Un hombre exitoso es aquel que gana más dinero… del que gasta su mujer”. Filósofo de Güémez. LO CLARO. Los tiempos electorales, quedamos en claro que todo se acumula a la llamada “guerra sucia”. Luego entonces, el secuestro del futbolista victorense Alan Pulido, acreditado al equipo griego Olympiacos, tomó demasiados matices contrastantes. Ninguno positivo. La pronta acción de la justicia dependiente del Ejecutivo estatal, dejaron mal sabor a los mal pensados que aún deseaban otro desenlace, o que se prolongara la historia de terror que la familia Pulido vivía en carne propia. El hermano Armando hizo acopio de valor para dar su testimonio en medios. (Sic) “Llegamos a pensar que pudiera haber sido por motivos políticos. Nada de eso hubo”. Finalmente, el resultado es uno; el deseado. El joven se encuentra sano y salvo. No quedan espacios a especulaciones ni para raja política. El Gobierno hizo su parte y la sociedad se encuentra en paz con este tema. LO NEGRO. Se fue mi amigo. Amigo de muchos. El mítico Filósofo de Güémez, encarnado en el doctor-político-tanatólogo Ramón Durón Ruiz. Aprendió a consolar el dolor de los demás, ante la inminente salida de este mundo. Faltamos muchos de aprender de ese consuelo. Hasta pronto, amigo. El hombre se torna leyenda… LO OSCURO. Sus derechos laborales a salvo. “No” a la reforma educativa; a la evaluación a los maestros y sí, a conservar las prebendas que les otorgaba el anquilosado sistema magisterial. Esa es la causa que defiende la CNTE y que pretende refrendar ante un patrón –el gobierno- y un auditorio –el pueblo mexicano- que no darán marcha atrás. Más o menos es la situación turbia por la que atraviesa el sistema educativo de nuestro país, que acaso se circunscribe a dos estados del sur, Oaxaca y Guerrero. Antes del lunes de esta misma semana que transcurre, la ciudadanía se manifestaba en un 79% en contra de la CNTE y de sus propuestas de echar abajo la reforma educativa. Hartos de sus obtusas protestas. Llegó el lunes y llegó el ataque a los profesores que raparon públicamente (de entre 40 y 60 años), porque no comulgaban con sus ideales. Del 21% que les demostraba simpatía por enfrentar al sistema (siempre existen los que se identifican con el “que va perdiendo”) ya no queda ninguno. En Oaxaca, sólo como ejemplo, el comité de padres de familia de la escuela Basilio Rojas, tomaron la escuela… ¡para reanudar las clases! En su calidad de verdaderos afectados, presionan a las autoridades a dar respuesta inmediata a su petición “no estamos dispuestos a permitir que nuestros hijos pierdan su año escolar”, dijo Agustín Flores Ramírez, presidente del organismo, quien acompañado de un notario público dieron fe de la reanudación del ciclo y sentando el precedente y ejemplo de la firmeza, que debe imperar el criterio del daño que causan. Esta medida pone en aprietos a los disidentes, que no tendrán otro camino que acatar la instrucción de los empoderados padres de familia. En contraste, en Tamaulipas amenaza un paro magisterial de al menos mil maestros y otro número igual de padres de familia, por razones inverosímiles. Prometa no reírse. El calendario escolar es de 200 días. Es el mismo desde hace muchos años. El mandamás de la SEP, Aurelio Nuño, les ofertó la posibilidad de utilizar dos formas de agotar el calendario. Uno de manera normal -200 días- y uno “recortado”, pero con más horas en cada día, de 185 en total. A lo que deberían decidir en cada entidad, por cuál modelo trabajarían. El resultado: “nos quieren hacer firmar un contrato, que no es el mismo que el contrato colectivo…” Deveras… déjenlo como estaba. En este río revuelto, todos pierden. Sobre todo los pequeños. Y si les parece mal el término de 185 días, díganle a la autoridad que se quedan con uno y que el otro, se lo manden a Maduro, el de Venezuela que hizo escarnio a la OEA. COLOFóN. La real importancia de la educación, la plasmó el Filósofo: “Si haces planes para dos meses, siembra hortalizas. A seis meses, siembra sorgo. Un año… siembra arroz. Si es para toda la vida, edúcate y aprende a trabajar en equipo”.
