/ martes 7 de junio de 2022

Acontecer político | Américo al frente

  • ¿Quién es el responsable de la derrota de "El Truco"?
  • El PAN desperdició su oportunidad

A pesar de la persecución contra varios alcaldes de Morena y la detención de muchos de sus operadores logísticos, el candidato del partido guinda a la gubernatura de Tamaulipas, AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, es el virtual ganador al obtener la mayoría de votos en uno de los comicios más reñidos de los que se tenga memoria en nuestra entidad.

De acuerdo al programa de resultados previos, el doctor lleva una ventaja que se antoja irreversible y que lo colocará a partir del primer día de octubre como el nuevo jefe del poder ejecutivo del estado, desplazando al Partido Acción Nacional que no logró mantener el cargo que hoy detenta FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA.

Ha sido un proceso intenso, de guerra sucia y de artimañas en el que se notó la clara injerencia de instancias oficiales del estado en favor del candidato de la coalición PAN, PRI Y PRD, CÉSAR VERÁSTEGUI OSTOS, a quien siempre se consideró como una posible extensión del “cabecismo”, máxime cuando el actual gobernador se convirtió prácticamente en el jefe de su campaña.

Aun cuando algunas voces sugieren que el asunto no está decidido y que Acción Nacional llevará el asunto a los tribunales alegando que hubo intervención de funcionarios federales, la mayoría de las opiniones coinciden en que la voz colectiva se hizo escuchar a través de las urnas y que su veredicto es inapelable.

Nadie puede negar que “El Truco”, como se le llama a VERÁSTEGUI, hizo una campaña de alto impacto, recorriendo durante dos meses la geografía tamaulipeca exponiendo sus programas e interactuando con todos los segmentos de la sociedad. Y nunca, de sus labios, salieron palabras ofensivas contra sus contrincantes. En términos generales, actuó con decoro.

Desde antes de que se iniciaran las campañas formales, ya se había armado en toda la entidad una estructura de apoyo a su causa a las que se unieron figuras de otros partidos, principalmente del PRI, que conjuntaron su experiencia para sacar adelante la bandera de “Tamaulipas con madre”.

¿Qué fue lo que pasó entonces? La explicación de muchos analistas es que Acción Nacional como partido no supo agenciarse la confianza de la ciudadanía y salvo en enclaves como Tampico, no logró permear en el ánimo popular, revelando una notoria incapacidad de su dirigencia estatal que se mostró más como un brazo ejecutor de las decisiones gubernamentales que como una corriente conectada a las masas.

Otro factor que pudo ser determinante fue el enfrentamiento del gobernador CABEZA DE VACA con el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR que no pocos consideraron en el contexto de sus propias aspiraciones políticas antes de que en una auténtica defensa de los intereses de los tamaulipecos.

Adicionalmente, las acusaciones de actos reñidos con la ley que se hicieron contra el todavía gobernador y que derivaron en un proceso de desafuero en la Cámara de Diputados, erosionaron considerablemente el prestigio del actual régimen. El desenlace de este caso pronto lo decidirá la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Entonces ¿quién fue el responsable de la derrota del panismo en Tamaulipas que solo duró un sexenio en el poder tras décadas de luchar por conquistarlo? La respuesta parece estar en boca de muchos. Que cada quien saque sus conclusiones.

En caso de que no ocurra algo imprevisto, a partir de octubre habrá un gobierno del estado con una inclinación política diferente que necesariamente traerá como consecuencia un reacomodo de fuerzas y un relevo de equipos de trabajo. Nuevas figuras se proyectarán hacia el firmamento político y que tendrán la responsabilidad de demostrar que la decisión colectiva fue en el sentido correcto y acorde con las aspiraciones populares.

Pero no solo fue Tamaulipas, en otros tres estados, el Movimiento de Regeneración Nacional prácticamente avasalló. Hidalgo y Oaxaca, que nunca había conocido más que gobiernos priistas cayeron en manos guindas dando un giro completo a su historia política. El antes invencible Partido Revolucionario Institucional está en caída libre en un cobro de cuentas que la historia le hace por sus abusos y sus corruptelas.

Su dirigente nacional, ALEJANDRO MORENO llamado “Alito”, envuelto en escándalos de corrupción, está viendo desvanecerse sus sueños de ser candidato presidencial en el 2024 y presenciando cómo su pésima actuación rompe el último sostén que mantenía en pie al partido que se autoproclamó “heredero de la revolución”.

Y esto nos lleva a una conclusión inevitable que aunque no está exenta de controversias, tiene mucho de contundencia. El verdadero ganador de las elecciones del domingo es el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, que extiende su dominio político a cuatro entidades más dentro de una guerra feroz que los contrarios mantienen en su contra.

En una democracia, la diversidad de ideas es indispensable. Habrá quienes piensen que el actual Gobierno federal está en la ruta equivocada y que es necesario corregir el rumbo. Pero por lo pronto, el frío testimonio de las cifras electorales del domingo pasado, indican que la cuarta transformación tiene sustento.

Por cierto que uno de los primeros alcaldes que proclamaron que trabajarán de la mano de quien reciba la constancia de mayoría en Tamaulipas, fue el alcalde panista de Tampico, JESÚS NADER NASRALLAH, lo que demuestra que hay en él un alto espíritu institucional al margen de de las ideologías y los partidos. Bien por CHUCHO.

  • raulpazos45@gmail.com
  • ¿Quién es el responsable de la derrota de "El Truco"?
  • El PAN desperdició su oportunidad

A pesar de la persecución contra varios alcaldes de Morena y la detención de muchos de sus operadores logísticos, el candidato del partido guinda a la gubernatura de Tamaulipas, AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, es el virtual ganador al obtener la mayoría de votos en uno de los comicios más reñidos de los que se tenga memoria en nuestra entidad.

De acuerdo al programa de resultados previos, el doctor lleva una ventaja que se antoja irreversible y que lo colocará a partir del primer día de octubre como el nuevo jefe del poder ejecutivo del estado, desplazando al Partido Acción Nacional que no logró mantener el cargo que hoy detenta FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA.

Ha sido un proceso intenso, de guerra sucia y de artimañas en el que se notó la clara injerencia de instancias oficiales del estado en favor del candidato de la coalición PAN, PRI Y PRD, CÉSAR VERÁSTEGUI OSTOS, a quien siempre se consideró como una posible extensión del “cabecismo”, máxime cuando el actual gobernador se convirtió prácticamente en el jefe de su campaña.

Aun cuando algunas voces sugieren que el asunto no está decidido y que Acción Nacional llevará el asunto a los tribunales alegando que hubo intervención de funcionarios federales, la mayoría de las opiniones coinciden en que la voz colectiva se hizo escuchar a través de las urnas y que su veredicto es inapelable.

Nadie puede negar que “El Truco”, como se le llama a VERÁSTEGUI, hizo una campaña de alto impacto, recorriendo durante dos meses la geografía tamaulipeca exponiendo sus programas e interactuando con todos los segmentos de la sociedad. Y nunca, de sus labios, salieron palabras ofensivas contra sus contrincantes. En términos generales, actuó con decoro.

Desde antes de que se iniciaran las campañas formales, ya se había armado en toda la entidad una estructura de apoyo a su causa a las que se unieron figuras de otros partidos, principalmente del PRI, que conjuntaron su experiencia para sacar adelante la bandera de “Tamaulipas con madre”.

¿Qué fue lo que pasó entonces? La explicación de muchos analistas es que Acción Nacional como partido no supo agenciarse la confianza de la ciudadanía y salvo en enclaves como Tampico, no logró permear en el ánimo popular, revelando una notoria incapacidad de su dirigencia estatal que se mostró más como un brazo ejecutor de las decisiones gubernamentales que como una corriente conectada a las masas.

Otro factor que pudo ser determinante fue el enfrentamiento del gobernador CABEZA DE VACA con el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR que no pocos consideraron en el contexto de sus propias aspiraciones políticas antes de que en una auténtica defensa de los intereses de los tamaulipecos.

Adicionalmente, las acusaciones de actos reñidos con la ley que se hicieron contra el todavía gobernador y que derivaron en un proceso de desafuero en la Cámara de Diputados, erosionaron considerablemente el prestigio del actual régimen. El desenlace de este caso pronto lo decidirá la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Entonces ¿quién fue el responsable de la derrota del panismo en Tamaulipas que solo duró un sexenio en el poder tras décadas de luchar por conquistarlo? La respuesta parece estar en boca de muchos. Que cada quien saque sus conclusiones.

En caso de que no ocurra algo imprevisto, a partir de octubre habrá un gobierno del estado con una inclinación política diferente que necesariamente traerá como consecuencia un reacomodo de fuerzas y un relevo de equipos de trabajo. Nuevas figuras se proyectarán hacia el firmamento político y que tendrán la responsabilidad de demostrar que la decisión colectiva fue en el sentido correcto y acorde con las aspiraciones populares.

Pero no solo fue Tamaulipas, en otros tres estados, el Movimiento de Regeneración Nacional prácticamente avasalló. Hidalgo y Oaxaca, que nunca había conocido más que gobiernos priistas cayeron en manos guindas dando un giro completo a su historia política. El antes invencible Partido Revolucionario Institucional está en caída libre en un cobro de cuentas que la historia le hace por sus abusos y sus corruptelas.

Su dirigente nacional, ALEJANDRO MORENO llamado “Alito”, envuelto en escándalos de corrupción, está viendo desvanecerse sus sueños de ser candidato presidencial en el 2024 y presenciando cómo su pésima actuación rompe el último sostén que mantenía en pie al partido que se autoproclamó “heredero de la revolución”.

Y esto nos lleva a una conclusión inevitable que aunque no está exenta de controversias, tiene mucho de contundencia. El verdadero ganador de las elecciones del domingo es el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, que extiende su dominio político a cuatro entidades más dentro de una guerra feroz que los contrarios mantienen en su contra.

En una democracia, la diversidad de ideas es indispensable. Habrá quienes piensen que el actual Gobierno federal está en la ruta equivocada y que es necesario corregir el rumbo. Pero por lo pronto, el frío testimonio de las cifras electorales del domingo pasado, indican que la cuarta transformación tiene sustento.

Por cierto que uno de los primeros alcaldes que proclamaron que trabajarán de la mano de quien reciba la constancia de mayoría en Tamaulipas, fue el alcalde panista de Tampico, JESÚS NADER NASRALLAH, lo que demuestra que hay en él un alto espíritu institucional al margen de de las ideologías y los partidos. Bien por CHUCHO.

  • raulpazos45@gmail.com