Cuando en Tamaulipas el Revolucionario Institucional era la mera ley, sobraban en la clase política quienes presumieran su militancia y se desgarraban las vestiduras en defensa de su partido, calificándolo como el constructor del progreso del estado, al tiempo que catalogaban a Acción Nacional como una fuerza retrógrada y conservadora.
Un ejército de acomodaticios buscaba agenciarse la simpatía y los favores del gobernador en turno para que los tomara en cuenta y les concediera algún cargo en la función pública, ya fuera de senador, diputado federal o local, presidente municipal y hasta de regidor.
En tiempos de MANUEL CAVAZOS LERMA era común escuchar voces que decían “yo soy cavacista de hueso colorado”. En el siguiente régimen de TOMÁS YARRINGTON RUVALCABA, la frase de moda era “yo soy tomasista hasta morir”. Con EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES, la llave zalamera para abrir una puerta hacia el presupuesto oficial era “yo estoy y estaré siempre con GEÑO”. Y con EGIDIO TORRE CANTÚ el elogio seguía siendo el puente para alcanzar cargos públicos.
Y siempre, el enemigo a atacar era el PAN, una especie de espíritu maligno al que había que exorcizar para evitar que se apoderara del cuerpo social tamaulipeco. Y desde hace más de una década, los ataques de los priistas se centraron en un personaje blanquiazul que empezaba a descollar en el escenario político desde la frontera de la entidad, FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA.
Pero había panistas convencidos que no dejaban de luchar por un cambio en el estado de cosas y a pesar de los ataques y las presiones, mantenían en alto sus banderas contra un sistema lleno de corrupción en el que las clases políticas privilegiadas se repartían el pastel a discreción.
Pero eso, hoy ha cambiado y muestra un mundo al revés que mueve a tristeza.
Figuras que durante mucho tiempo fueron beneficiarias del priismo omnipotente y que en su tiempo se burlaban del panismo, hoy han buscado y obtenido refugio en su seno para seguir prendidos de la ubre presupuestal bajo el argumento de que lo “hacen por Tamaulipas y por México” sin comprender que eso mueve a risa.
Hoy son abanderados de una causa a la que siempre condenaron cuando se nutrían de las mieles de un panal hoy agotado. Los “cavacistas”, los “tomasistas”, los “geñistas” y los egidistas” son solo una leyenda de la que ninguno de ellos se quiere acordar, pues eso en los tiempos actuales equivale a vivir en el error.
Pero dentro de esa conformación de un mundo al revés, también son actores muchos panistas que a pesar de haber luchado en circunstancias adversas contra un sistema dictatorial que les veía como apestados, hoy se doblegan aceptando ser comparsas de algunos priistas que llegan glamorosamente a ocupar lugares que por justicia a ellos les correspondían.
Así es el ejercicio de la política. Saltar de un banco a otro para seguir dentro del espectáculo y de los beneficios económicos que ello conlleva, parece ser la premisa. Eso de la militancia convencida es algo que desde hace mucho dejó de tener valor.
Pero será el electorado el que abone o reste méritos a los protagonistas de la lucha electoral con base en sus antecedentes, credibilidad y prestigio. Dicen que en política, el pasado es presente. Habrá que ver quiénes pueden superar el pretérito que arrastran.
Y para que se confirme cómo andan las cosas, ahora se anuncia que la exprimera dama, MARGARITA ZAVALA, quien junto con su marido FELIPE CALDERÓN HINOJOSA, renunciaron a Acción Nacional tras que la señora no fue nominada como candidata presidencial y se fue como independiente, nuevamente será cobijada por el partido blanquiazul como candidata a diputada federal por un distrito en la Ciudad de México. Por lo visto la que fuera pareja presidencial no se resigna a estar fuera de los reflectores.
Según una encuesta, el Movimiento de Regeneración Nacional encabeza las preferencias electorales en la mayoría de los estados donde estarán en juego las gubernaturas, lo que sentaría las bases para que el partido del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR siga siendo la fuerza predominante en el país. Es claro que los sondeos no son definitivos, pero sí marcan una tendencia sobre cómo podrían ser los resultados en los comicios de junio próximo.
Pero de que el PRI, el PAN y el PRD darán la batalla, unidos, ni duda cabe. A ver cuánto éxito logran tener en su lucha contra la llamada cuarta transformación. Pero mucho de ello depende de los candidatos que por separado o coaligadamente postulen y qué tan nuevos y convincentes sean los rostros.
CIRO HERNÁNDEZ ARTEAGA, virtual candidato panista a la Alcaldía de Altamira, no ha logrado hasta ahora mostrar fuerza propia y tal parece que su eventual triunfo depende de la popularidad de la señora ALMA LAURA AMPARÁN, que será postulada como candidata a la Diputación local por el distrito 18 y que es quien verdaderamente cuenta con un capital político suficiente para hacer triunfar al PAN en ese municipio.
Aunque han disminuido los contagios de Covid-19 en la zona conurbada, la emergencia está lejos de disiparse, por lo que sigue siendo recomendable observar las medidas de prevención recomendadas por las autoridades de Salud. Hay que cuidarse.
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