* Priistas y panistas festinan el triunfo
* El PAN se promociona en Tamaulipas
Los triunfos que el Partido Revolucionario institucional obtuvo en los comicios del domingo en los estados de Coahuila e Hidalgo, han hecho exclamar a las dirigencias nacionales y locales que el tricolor “está de vuelta, ha recuperado la confianza de los votantes y está listo para dar la pelea en el 2021”. Y esto ha servido también para que algunos aseguren que es el principio del fin de Morena. Tal vez estén tronando cohetes antes de la festividad.
Ambas entidades tienen gobernadores priistas, lo que de entrada constituye una ventaja, pues pueden armar andamiajes para sacar adelante a su partido y mantener el control político que tanta falta les hace.
Pero no hay que perder de vista que el Movimiento de Regeneración Nacional quedó en segundo lugar en ambos estados, mientras que el PAN se situó en el tercer lugar, algo que no debe haber gustado nada a la organización blanquiazul que presume de ser la principal fuerza de oposición en el país.
En realidad, estas elecciones y las que se realizarán el año próximo conformarán una ecuación que distribuirá el universo electoral de manera tal que podrían derivar en un equilibrio de fuerzas que por hoy no se percibe con claridad.
En las elecciones del año próximo, el PAN podría tener sonoros triunfos en las entidades que gobierna, como Tamaulipas. Pero aquí, todo indica que Morena obtendrá igualmente el segundo lugar en la votación, mientras que el PRI, con el desprestigio que lleva a cuestas, quedaría en tercer lugar.
Y en los estados donde el partido del presidente LÓPEZ OBRADOR es gobierno, lo más seguro es que arrolle, mandando al PAN y al PRI al segundo y tercer lugar, con lo que se equilibraría la distribución del sufragio a nivel nacional.
Sea como fuere, las elecciones en Hidalgo y Coahuila le han puesto sabor al caldo político. Pero de eso a decir que el PRI está listo para dar la pelea en la sucesión presidencia y que está recobrando la confianza del electorado, hay mucha diferencia. Que un gobernador priista se imponga en su estado, no significa que el partido, como tal, sea el verdadero ganador.
Pero también deben ser una llamada de atención para los dirigentes de Morena, especialmente para AMLO, de que, si no se ponen de acuerdo y trabajan en armonía, no estaría lejos la posibilidad de que en el 2021 se lleven una sorpresa.
La oposición, en su conjunto, está trabajando para arrollar en las urnas en el 2021 a la llamada Cuarta Transformación y el partido presidencial sea echado de la mayoría legislativa, como primer paso para que LÓPEZ OBRADOR se vaya a su rancho en Tabasco. Habrá que estar pendientes. Por lo pronto, hasta los panistas celebran los triunfos del PRI.
Y hablando de Acción Nacional, en los municipios de la zona conurbada y al parecer en muchos otros del estado, se están distribuyendo en los domicilios folletos en los que se ensalzan los logros del gobierno de FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA, el quehacer de sus diputados locales y en especial el del senador ISMAEL GARCÍA CABEZA DE VACA.
Queda claro que, desde ahora, el PAN tamaulipeco trata de penetrar en el ánimo de la ciudadanía con miras a los comicios en los que se elegirán alcaldes y diputados federales y locales, en los que pretende llevarse carro completo, algo que no estaría lejos de concretarse. Y de que le están echando toda la carne al asador, no hay duda.
Aunque no se han difundido todos los nombres, todo parece indicar que la lista de candidatos blanquiazules está ya prácticamente lista, aunque podrían hacerse algunos ajustes antes de que se dé a conocer, como sería el caso de Ciudad Madero, donde con calzador se pretende meter a CARLOS FERNÁNDEZ ALTAMIRANO como candidato a la alcaldía, pese a la resistencia de muchos militantes.
Según los últimos sondeos, el alcalde ADRIÁN OSEGUERA KERNION, de Morena, tiene los astros alineados para que se le ratifique la confianza del electorado y siga despachando en el palacio municipal, tras de una exitosa administración que lo mantiene entre los mejores jefes edilicios en el país.
En Tampico no hay vuelta de hoja. JESÚS NADER NASRALLAH se encamina sin contratiempos a la reelección para un segundo período al frente del gobierno municipal. Simplemente no hay quién le haga sombra, pese a que hay otros interesados en el puesto que se están promoviendo en las redes sociales sin que precisen por qué partido se postularían. Solo parecen ganas de figurar.
Ni Morena ni el PRI y mucho menos “la chiquillada” tienen prospectos competitivos para enfrentar a la locomotora panista en tierra de jaibas.
Por lo que se ve, la nueva normalidad se ha generalizado en el país, pese a las voces que pronostican un rebrote de la pandemia del coronavirus, tal como sucede en algunos países de Europa. Las calles de las principales ciudades lucen como si nada pasara y ya se hacen los preparativos del “Buen Fin”, donde la actividad comercial recobrará los niveles de antaño.
Cierto que ya no se habla de contagios masivos, pero el riesgo persiste y quienes no lo comprendan seguirán expuestos a engrosar la lista de afectados o víctimas mortales. Entiéndase, el virus sigue acechando víctimas incautas.
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