El inobjetable triunfo de Claudia Sheinbaum en las pasadas elecciones no solo le da a ella la presidencia de la República, poder que le fue entregado por la voluntad soberana del pueblo, sino que además, consolida la seguridad de seguir construyendo el segundo piso de la Cuarta Transformación, esencia y principio del proyecto político de Andrés Manuel López Obrador por el mejor futuro de los mexicanos.
Consolida su triunfo el control total del mandato en toda la república, pues su sola imagen le atrajo como por ósmosis, la decisión de los votantes para sufragar en favor de casi todos los candidatos de Morena a los diferentes cargos de elección popular que se encontraban en disputa.
Fue así como MORENA ganó la mayoría calificada del Congreso Federal y de los Congresos Locales, como también la mayoría de las gubernaturas que estaban en juego, las alcaldías y sus respectivos cabildos.
En Tamaulipas se consolidó el liderazgo político del gobernador Américo Villarreal Anaya, quien con el apoyo de los diputados locales del partido guinda, que ahora son mayoría, podrá sentar las bases para fortalecer su gobierno y además, para terminar con la red de corrupción política que creó su antecesor en el gobierno pasado.
La imagen y el buen gobierno de Américo fueron factores fundamentales para el triunfo de MORENA en todo el estado, salvo una diputación federal y la alcaldía de Ciudad Victoria que está en suspenso.
Hoy el gobernador Américo Villarreal es pilar fuerte en la edificación del nuevo Tamaulipas, el que habrá de llevar con mano firme hacia su mejor destino.
Ese triunfo arrollador de MORENA en todo el país se reflejó en la zona sur de Tamaulipas; aquí también fue casi carro completo para los guindas.
MORENA ganó con Mónica Villarreal Anaya la Presidencia Municipal de Tampico, con un amplio margen que no deja dudas del poder guinda.
Arrolló en Altamira con Armando Martínez Manríquez, quien se reeligió como alcalde de la ciudad, demostrando en las votaciones su absoluto liderazgo de las huestes políticas de esa ciudad.
Pero además, Erasmo González Robledo le aplicó una vergonzosa derrota al candidato del PRIAN. Erasmo será alcalde de Ciudad Madero electo por tres años, pero dada su capacidad de trabajo de seguro irá más allá cuando se llegue el momento.
MORENA perdió en la zona conurbada únicamente la diputación federal por el 8º Distrito Electoral y la local del 21. En la federal Chucho Nader Nasrallah se llevó el triunfo por escaso margen y Pepe Schekaibán la diputación local.
La historia quedó escrita, el PAN perdió la hegemonía que ostentaba en esta parte del estado y quedó seriamente dañada su estructura; MORENA le pegó un misil en su línea de flotación y estuvo a punto de sumergirlo en aguas profundas.
P.D.- El manto guinda de MORENA cubrió los cielos políticos de Tamaulipas.
