Qué curioso, pero luego de la aplastante victoria de Claudia Sheinbaum Pardo en las pasadas elecciones, la gran mayoría de las voces discordantes que lanzaban insultos y groserías de la más baja caterva en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador cesaron de repente, se quedaron callados ante la realidad de una muestra del gran cariño que el pueblo de México le profesa a ambos gobernantes.
Incluso en los programas de análisis político de la televisión y en las más influyentes columnas periodísticas, el tono de las críticas ahora son más “light”, aun cuando algunos de esos periodistas no han logrado superar el gran triunfo de MORENA.
Es más, hasta políticos de cierta relevancia, algunos intelectuales y encumbrados empresarios, se han sumado a la ola guinda, manifestando su apoyo irrestricto a la que llega y al que se va.
Andrés Manuel López Obrador se irá sin rencores a un retiro voluntario en su finca de Tabasco, pero contrario a lo que los furibundos de derecha le auguraban, llevará consigo el reconocimiento del pueblo a su figura, como el más grande Presidente que luchó por la causa de los pobres.
Cierto que aún quedan algunos resentidos que esperaban el triunfo del conservadurismo para regresar a las épocas del pillaje y la corrupción, pero estos se quedarán ahí, esperando una nueva oportunidad para asaltar las arcas de la Nación.
Qué lástima que estos malos políticos hayan llevado a mucha gente a la catastrófica derrota, gente que creyó en ellos, pero quizá ahora se den cuenta de que sus dirigentes nunca estuvieron con el pueblo, utilizaron los partidos para sus ambiciones personales. Ahora son Senadores de la República, como si lo merecieran.
Ahora bien, Andrés Manuel López Obrador dejará su imagen indeleble en la memoria de los mexicanos, sobre todo los de la clase popular y pasará a la historia como el segundo mejor Presidente del país desde su Independencia, hasta nuestros tiempos modernos.
Y Claudia Sheinbaum, que tomará el mando del gobierno mexicano a partir del día 1 de octubre, llega con la firme intención de iniciar y terminar el segundo piso de la Cuarta Transformación, para seguir dando forma a los ideales y principios que dejará sembrados AMLO.
Los cimientos ya están sentados, ahora, con sus propios principios éticos y con su alta preparación política y académica y sobre todo, con el apoyo y aprobación del pueblo, seguro que el sexenio de Claudia será de avances y de progreso.
Como un comentario adicional, buenos tiempos se auguran para Tamaulipas con la llegada de Claudia al poder, ya lo ha dicho en anteriores visitas a nuestro estado. Su afecto para la gente de nuestra entidad ha quedado de manifiesto, por ejemplo, en su visita a la ciudad de Altamira, donde alzó la mano del alcalde Armando Martínez Manríquez en señal de triunfo y, como dijo el general MacArthur, alzó la voz para manifestar: ¡¡Volveré!!.
P.D.- Se irá en octubre, pero su figura quedará grabada en el corazón de muchos mexicanos.
