Son muchas las emociones que sentimos con todo lo que el mundo está viviendo. Miedo, preocupación, tristeza, frustración y seguramente muchas más.
Estamos atravesando hechos inéditos en la historia moderna mundial. Pero justamente estas circunstancias son las que nos deben motiva a reflexionar y, no sé, tal vez obtener algo positivo.
Nadie de las personas que conocemos había atravesado por esto. Una pandemia mundial que tiene a toda la población dentro de sus hogares, y a todas las empresas acatando las disposiciones oficiales y, al mismo tiempo, tratando de improvisar de la manera en que van a sobrevivir.
Los líderes empresariales, sociales, políticos, culturales no tienen experiencia en un tema de esta naturaleza y, por lo mismo, muchos no saben qué hacer.
¿Y si convertimos el problema en oportunidades?
Pareciera imposible, pero no lo es. Hoy es cuando deben nacer nuevos liderazgos, es el momento en que las nuevas ideas tienen que surgir de cualquier nivel jerárquico, sin importar el sector en el que nos desempeñamos.
Un empleado, un ciudadano común o un servidor público de mediano nivel podrían ser poseedores de las más brillantes ideas para superar, de la mejor manera posible, lo que hoy enfrentan empresas, gobierno y sociedad.
Es hoy y no después, cuando tenemos que arriesgarnos y echar mano de todo nuestro ingenio y de toda nuestra sensibilidad para aportar posibles soluciones sea cual sea el ámbito en el que nos desarrollamos cotidianamente.
Es tiempo de renovar los liderazgos.
Por fortuna empieza a haber ejemplos. Hay comercios y restaurantes que han ido modificando su modelo de negocio. Han tenido que improvisar para seguir ofreciendo servicio a sus clientes con las limitaciones que las restricciones imponen. Hemos sabido de restaurantes que envían a domicilio ingredientes e instructivos para que los comensales preparen sus propios platillos. O hay quienes ofrecen servicios de consultoría, entregando a los clientes nuevas estrategias de operación acompañadas de las líneas discursivas que deben difundir.
Tenemos que actuar a tiempo, la realidad lo exige. Actuemos sin prisa pero sin pausa y pensamos cuál es la mejor manera de darle la cara al monstruo que ha puesto de rodillas a la humanidad.
El miedo y la pasividad, no son el camino.
Hay quórum
Todo indica que hay unanimidad en el Senado de la República en la preocupación por la pandemia.
Los distintos grupos parlamentarios presentaron más de 50 propuestas con puntos de acuerdo para pedir al Ejecutivo Federal que ponga en marcha programas de emergencia en materia económica, fiscal y de salud.
Plantean establecer estímulos fiscales en materia del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, IEPS, del Impuesto Sobre la Renta, ISR, y del Impuesto al Valor Agregado, IVA, a fin de apoyar a las pequeñas y medianas empresas a causa de las medidas sanitarias.
Los senadores piden al Servicio de Administración Tributaria una prórroga para las declaraciones anuales de personas físicas y morales.
También, se pide de manera urgente que la Secretaría de Gobernación informe de la estrategia y las medidas de prevención y contención que se están realizando a nivel federal y en coordinación con los gobiernos estatales para garantizar el suministro de alimentos y productos básicos.
Las propuestas serán analizadas por el grupo plural que da seguimiento a este tema.
*Tampiqueño, especialista en temas como negociación política, gestión pública municipal y comunicación estratégica.
