/ sábado 13 de abril de 2024

Hablemos de tecnología / Figure 01

Se dice que DIOS creó al hombre a su imagen y semejanza, atribuyendo que somos por naturaleza creadores nos adentramos por océanos desconocidos, buscando ser eternos, y en esa desenfrenada necesidad de sentirnos dioses debemos de ser cuidadosos de no estar creando nuestros propios infiernos.

Estimado lector, ¿ha sentido alguna vez que la ciencia ficción está a un paso de convertirse en nuestra realidad cotidiana? Si la respuesta es afirmativa, permítame llevarlo a través de un fascinante viaje sobre cómo la robótica está rebasando los límites de lo imaginable, especialmente con la aparición de Figure 01, un prototipo que parece sacado de los libros de Isaac Asimov o de las pantallas de Hollywood de sus películas, ¿Recuerda cuando Will Smith apareció en la película de su libro, I Robot?

La robótica ha evolucionado de ser una mera herramienta de automatización industrial a convertirse en una búsqueda por alcanzar la encarnación mecánica, un concepto que va mucho más allá de la imitación física: busca emular la interacción humana y la capacidad de aprendizaje. Figure 01, respaldado por gigantes como Open AI, Nvidia y el visionario Jeff Bezos, es la vanguardia de esta revolución. Este robot no solo reconoce objetos por su forma, sino que comprende su función, ajusta sus movimientos e interactúa con su entorno de manera que antes solo podíamos imaginar.

La gran apuesta de compañías líderes en tecnología no es casualidad. Nvidia ha introducido GR00T, una plataforma destinada a impulsar el desarrollo de robots humanoides. En esta arena, también destacan empresas como Boston Dynamics y XPENG Robotics, todas en una carrera para cruzar la próxima frontera de la inteligencia artificial.

Dennis Hong, de RoMeLa, ha dado un salto cualitativo con Artemis, un robot que no solo juega al futbol, sino que también muestra una agilidad y robustez sorprendentes, mimetizando el músculo biológico. Esto marca un claro contraste con la rigidez de los robots anteriores, que, aunque perfectos para tareas repetitivas, fallan en adaptarse a situaciones no programadas. Artemis, en cambio, es capaz de reaccionar de forma autónoma y adecuada a imprevistos, demostrando una inteligencia y versatilidad que antes eran impensables.

No menos impresionante es Cassie de Boston Dynamics, quien utiliza aprendizaje por refuerzo para navegar y adaptarse a diversos terrenos. Zhongyu Li, investigador de la Universidad de California, destaca que el objetivo es enseñar a Cassie a responder de forma dinámica y en tiempo real, una habilidad esencial para cualquier ser que interactúe en un mundo impredecible.

Figure 01, sin embargo, lleva esto aún más lejos. Con sus 1.70 metros de altura y capacidad de cargar un tercio de su peso, no solo impresiona por su apariencia humana, sino por su sofisticada integración de hardware y software que le permite realizar múltiples tareas, reconocer y actuar de manera autónoma.

La compañía detrás de Figure 01 sostiene que adoptar una apariencia humana es esencial, dado que el mundo está diseñado para seres de nuestra forma. -Eso y también al tener en cuenta el fenómeno del miedo al cambio que llevamos todos los seres humanos-.

El aprendizaje evolutivo es clave en esta nueva generación de robots. Ya no se trata solo de entrenar a un robot para que ejecute tareas programadas, sino de permitirle aprender de su interacción con el entorno, similar a como nosotros, los humanos, aprendemos a través de nuestros sentidos y experiencias, para ello, el enfoque holístico es crucial para romper la pasividad del aprendizaje automático.

Este avance no solo redefine lo que los robots pueden hacer, sino que también plantea desafíos significativos en cuanto a seguridad y ética. Con cada salto tecnológico, la necesidad de proteger estos sistemas de posibles ciberataques se vuelve más crítica. Por ello, Nvidia y empresas como Check Point están colaborando para fortalecer la seguridad de estos innovadores desarrollos, aunque queda claro que no hay Sistemas “Invulnerables” -pregunten a Linux-.

Sin duda, hoy estamos en la cúspide de una era donde los límites entre lo humano y lo artificial se difuminan cada vez más. Figure 01 no es solo un testimonio del progreso tecnológico, sino un heraldo de un futuro donde los robots podrían, eventualmente, caminar, actuar y aprender entre nosotros como iguales. ¿Estamos listos para este futuro? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: la revolución robótica está aquí, y es tan emocionante como prometedora.

“La gente piensa en la educación como algo que pueden terminar”, IsAac Asimov

Facebook:

www.facebook.com/soylalodelatorre

Twitter:

@lalodelatorreg

Email:

tecnologia@lalodelatorre.com

Se dice que DIOS creó al hombre a su imagen y semejanza, atribuyendo que somos por naturaleza creadores nos adentramos por océanos desconocidos, buscando ser eternos, y en esa desenfrenada necesidad de sentirnos dioses debemos de ser cuidadosos de no estar creando nuestros propios infiernos.

Estimado lector, ¿ha sentido alguna vez que la ciencia ficción está a un paso de convertirse en nuestra realidad cotidiana? Si la respuesta es afirmativa, permítame llevarlo a través de un fascinante viaje sobre cómo la robótica está rebasando los límites de lo imaginable, especialmente con la aparición de Figure 01, un prototipo que parece sacado de los libros de Isaac Asimov o de las pantallas de Hollywood de sus películas, ¿Recuerda cuando Will Smith apareció en la película de su libro, I Robot?

La robótica ha evolucionado de ser una mera herramienta de automatización industrial a convertirse en una búsqueda por alcanzar la encarnación mecánica, un concepto que va mucho más allá de la imitación física: busca emular la interacción humana y la capacidad de aprendizaje. Figure 01, respaldado por gigantes como Open AI, Nvidia y el visionario Jeff Bezos, es la vanguardia de esta revolución. Este robot no solo reconoce objetos por su forma, sino que comprende su función, ajusta sus movimientos e interactúa con su entorno de manera que antes solo podíamos imaginar.

La gran apuesta de compañías líderes en tecnología no es casualidad. Nvidia ha introducido GR00T, una plataforma destinada a impulsar el desarrollo de robots humanoides. En esta arena, también destacan empresas como Boston Dynamics y XPENG Robotics, todas en una carrera para cruzar la próxima frontera de la inteligencia artificial.

Dennis Hong, de RoMeLa, ha dado un salto cualitativo con Artemis, un robot que no solo juega al futbol, sino que también muestra una agilidad y robustez sorprendentes, mimetizando el músculo biológico. Esto marca un claro contraste con la rigidez de los robots anteriores, que, aunque perfectos para tareas repetitivas, fallan en adaptarse a situaciones no programadas. Artemis, en cambio, es capaz de reaccionar de forma autónoma y adecuada a imprevistos, demostrando una inteligencia y versatilidad que antes eran impensables.

No menos impresionante es Cassie de Boston Dynamics, quien utiliza aprendizaje por refuerzo para navegar y adaptarse a diversos terrenos. Zhongyu Li, investigador de la Universidad de California, destaca que el objetivo es enseñar a Cassie a responder de forma dinámica y en tiempo real, una habilidad esencial para cualquier ser que interactúe en un mundo impredecible.

Figure 01, sin embargo, lleva esto aún más lejos. Con sus 1.70 metros de altura y capacidad de cargar un tercio de su peso, no solo impresiona por su apariencia humana, sino por su sofisticada integración de hardware y software que le permite realizar múltiples tareas, reconocer y actuar de manera autónoma.

La compañía detrás de Figure 01 sostiene que adoptar una apariencia humana es esencial, dado que el mundo está diseñado para seres de nuestra forma. -Eso y también al tener en cuenta el fenómeno del miedo al cambio que llevamos todos los seres humanos-.

El aprendizaje evolutivo es clave en esta nueva generación de robots. Ya no se trata solo de entrenar a un robot para que ejecute tareas programadas, sino de permitirle aprender de su interacción con el entorno, similar a como nosotros, los humanos, aprendemos a través de nuestros sentidos y experiencias, para ello, el enfoque holístico es crucial para romper la pasividad del aprendizaje automático.

Este avance no solo redefine lo que los robots pueden hacer, sino que también plantea desafíos significativos en cuanto a seguridad y ética. Con cada salto tecnológico, la necesidad de proteger estos sistemas de posibles ciberataques se vuelve más crítica. Por ello, Nvidia y empresas como Check Point están colaborando para fortalecer la seguridad de estos innovadores desarrollos, aunque queda claro que no hay Sistemas “Invulnerables” -pregunten a Linux-.

Sin duda, hoy estamos en la cúspide de una era donde los límites entre lo humano y lo artificial se difuminan cada vez más. Figure 01 no es solo un testimonio del progreso tecnológico, sino un heraldo de un futuro donde los robots podrían, eventualmente, caminar, actuar y aprender entre nosotros como iguales. ¿Estamos listos para este futuro? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: la revolución robótica está aquí, y es tan emocionante como prometedora.

“La gente piensa en la educación como algo que pueden terminar”, IsAac Asimov

Facebook:

www.facebook.com/soylalodelatorre

Twitter:

@lalodelatorreg

Email:

tecnologia@lalodelatorre.com