/ sábado 6 de abril de 2024

Hablemos de Tecnología / ¿Pagar por buscar?

En la guerra todo se vale, menos confiarse. Y hoy que los grandes jugadores parecen estar más interesados en ganar minúsculos espacios de mercado, que grandes espacios de innovación, en Alphabet (Google) parece ser que se están tomando muy en serio la idea de comenzar a monetizar más fuerte con su famoso buscador.

Amigo lector, si le pregunto cuál es la “caja de búsqueda” más usada todos los días en la red, usted podría suponer que se trata de Google, pero en verdad hace mucho tiempo que dejó de serlo, y ese lugar le corresponde al buscador de videos de Youtube, ambas gratuitas y ambas del mismo dueño -Alphabet-, sin embargo; ¿se ha detenido a pensar alguna vez en el precio que cada una de esas búsquedas debería de generar?

En esta era digital, nos hemos acostumbrado a recibir respuestas con solo un clic, de forma gratuita, gracias a gigantes como Google. Sin embargo, un ruido de cambio sopla en el horizonte tecnológico: la posibilidad de que Google, nuestro faro de luz en la vastedad de Internet, comience a cobrar por sus búsquedas, especialmente aquellas potenciadas por inteligencia artificial (IA).

Este planteamiento, lejos de ser una simple especulación, abre un debate sobre el valor de la información y el acceso a ella en nuestra sociedad.

Desde su concepción, Google ha operado bajo un modelo de negocio sustentado en la publicidad (Ads Google). Este gigante tecnológico ha encontrado en la venta de anuncios una mina de oro que le ha permitido ofrecer sus servicios de búsqueda sin coste alguno para el usuario. Sin embargo, el auge de la IA y su integración en las búsquedas plantea un escenario sin precedentes. Según Financial Times, Google considera la opción de que los usuarios paguen por funcionalidades "premium" basadas en IA. Esto no solo representaría un giro radical en su modelo de negocios, sino que también marca el mayor desafío al que se ha enfrentado Google en su historia.

La idea de pagar por un servicio de búsqueda enriquecido con IA puede parecer sorprendente, pero no es del todo nueva. Google ya cobra por plataformas como Google Workspace, Google One, y las versiones Premium de YouTube y YouTube Music. Sin embargo, trasladar este modelo a su motor de búsqueda principal introduce un sinfín de preguntas sobre la accesibilidad y el valor de la información.

Además, la integración de funciones de IA, como las presentadas en su versión más potente, Gemini Advanced, sugiere que Google ya explora cómo monetizar la tecnología de IA sin sacrificar su esencia innovadora. La cautela de Google es comprensible, dado el riesgo de perder ingresos publicitarios, una preocupación agravada por la aparición de ChatGPT y otros avances en IA que prometen respuestas completas y directas, eliminando la necesidad de visitar sitios web cargados de publicidad.

En contraste, Microsoft ha abrazado este nuevo horizonte con Bing Chat y Copilot, mostrando una alternativa viable que equilibra innovación y rentabilidad sin depender exclusivamente de la publicidad. Esta estrategia no solo ha diversificado su modelo de ingresos, sino que también ha establecido un precedente para Google y otros buscadores.

Frente a estos cambios, Google mantiene una postura cautelosa. Un portavoz de la compañía negó estar trabajando en una versión de su buscador sin publicidad, enfatizando en cambio el desarrollo de nuevas funciones y servicios premium. Esta declaración, lejos de aplacar las especulaciones, subraya la incertidumbre y el potencial de innovación que la IA representa para el futuro de las búsquedas en Internet.

Amigo lector, ¿Estaría usted dispuesto a pagar por algo que ha sido gratis desde los inicios de Internet?, incluso antes que Google existiera (Yahoo, Altavista).

Este debate trasciende el ámbito económico para tocar aspectos fundamentales de nuestra sociedad, como el acceso a la información y la equidad en el uso de tecnologías avanzadas.

El camino que elija Google podría marcar un antes y un después en la manera en que interactuamos con el mundo digital. La incertidumbre es grande, pero una cosa es segura: la tecnología de IA está remodelando el paisaje de la información de maneras que apenas comenzamos a comprender. La respuesta a esta pregunta dará forma al futuro de nuestra interacción con la tecnología y, por ende, con el conocimiento mismo.

“There’s no such thing as a free lunch.

No hay tal cosa como un almuerzo gratis”

Milton Friedman

Facebook:

www.facebook.com/soylalodelatorre

Twitter:

@lalodelatorreg

Email:

tecnologia@lalodelatorre.com

En la guerra todo se vale, menos confiarse. Y hoy que los grandes jugadores parecen estar más interesados en ganar minúsculos espacios de mercado, que grandes espacios de innovación, en Alphabet (Google) parece ser que se están tomando muy en serio la idea de comenzar a monetizar más fuerte con su famoso buscador.

Amigo lector, si le pregunto cuál es la “caja de búsqueda” más usada todos los días en la red, usted podría suponer que se trata de Google, pero en verdad hace mucho tiempo que dejó de serlo, y ese lugar le corresponde al buscador de videos de Youtube, ambas gratuitas y ambas del mismo dueño -Alphabet-, sin embargo; ¿se ha detenido a pensar alguna vez en el precio que cada una de esas búsquedas debería de generar?

En esta era digital, nos hemos acostumbrado a recibir respuestas con solo un clic, de forma gratuita, gracias a gigantes como Google. Sin embargo, un ruido de cambio sopla en el horizonte tecnológico: la posibilidad de que Google, nuestro faro de luz en la vastedad de Internet, comience a cobrar por sus búsquedas, especialmente aquellas potenciadas por inteligencia artificial (IA).

Este planteamiento, lejos de ser una simple especulación, abre un debate sobre el valor de la información y el acceso a ella en nuestra sociedad.

Desde su concepción, Google ha operado bajo un modelo de negocio sustentado en la publicidad (Ads Google). Este gigante tecnológico ha encontrado en la venta de anuncios una mina de oro que le ha permitido ofrecer sus servicios de búsqueda sin coste alguno para el usuario. Sin embargo, el auge de la IA y su integración en las búsquedas plantea un escenario sin precedentes. Según Financial Times, Google considera la opción de que los usuarios paguen por funcionalidades "premium" basadas en IA. Esto no solo representaría un giro radical en su modelo de negocios, sino que también marca el mayor desafío al que se ha enfrentado Google en su historia.

La idea de pagar por un servicio de búsqueda enriquecido con IA puede parecer sorprendente, pero no es del todo nueva. Google ya cobra por plataformas como Google Workspace, Google One, y las versiones Premium de YouTube y YouTube Music. Sin embargo, trasladar este modelo a su motor de búsqueda principal introduce un sinfín de preguntas sobre la accesibilidad y el valor de la información.

Además, la integración de funciones de IA, como las presentadas en su versión más potente, Gemini Advanced, sugiere que Google ya explora cómo monetizar la tecnología de IA sin sacrificar su esencia innovadora. La cautela de Google es comprensible, dado el riesgo de perder ingresos publicitarios, una preocupación agravada por la aparición de ChatGPT y otros avances en IA que prometen respuestas completas y directas, eliminando la necesidad de visitar sitios web cargados de publicidad.

En contraste, Microsoft ha abrazado este nuevo horizonte con Bing Chat y Copilot, mostrando una alternativa viable que equilibra innovación y rentabilidad sin depender exclusivamente de la publicidad. Esta estrategia no solo ha diversificado su modelo de ingresos, sino que también ha establecido un precedente para Google y otros buscadores.

Frente a estos cambios, Google mantiene una postura cautelosa. Un portavoz de la compañía negó estar trabajando en una versión de su buscador sin publicidad, enfatizando en cambio el desarrollo de nuevas funciones y servicios premium. Esta declaración, lejos de aplacar las especulaciones, subraya la incertidumbre y el potencial de innovación que la IA representa para el futuro de las búsquedas en Internet.

Amigo lector, ¿Estaría usted dispuesto a pagar por algo que ha sido gratis desde los inicios de Internet?, incluso antes que Google existiera (Yahoo, Altavista).

Este debate trasciende el ámbito económico para tocar aspectos fundamentales de nuestra sociedad, como el acceso a la información y la equidad en el uso de tecnologías avanzadas.

El camino que elija Google podría marcar un antes y un después en la manera en que interactuamos con el mundo digital. La incertidumbre es grande, pero una cosa es segura: la tecnología de IA está remodelando el paisaje de la información de maneras que apenas comenzamos a comprender. La respuesta a esta pregunta dará forma al futuro de nuestra interacción con la tecnología y, por ende, con el conocimiento mismo.

“There’s no such thing as a free lunch.

No hay tal cosa como un almuerzo gratis”

Milton Friedman

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