La fotografía es una actividad artística utilizada en todo tipo de situaciones como la moda, naturaleza, deportes, espectáculos, etc. Gracias a lo fácil que resulta usar las funciones básicas de las cámaras, existe un gran mercado para los aficionados a este arte.
Hoy a través de las redes sociales compartimos todo lo que vemos y nos pasa, imágenes captadas por lo común desde nuestros celulares.
Pero desde siempre, los concursos entusiasman y atraen a los amantes de las fotos. En la zona sur tenemos los concursos de fotografía Nacho López, Luz y Café, y el Esto es Tamaulipas.
Y muchos lectores recordarán a principios de los años 90 cuando El Sol de Tampico convocaba al concurso fotográfico periodístico internacional Kodak para aficionados, KINSA.
➡️ Te puede interesar: Del Estante: Tres libros de mujeres que le entran al thriller
La dinámica era la siguiente. Para empezar se manejaba tema libre para las fotografías: paisajes, mascotas, vida cotidiana, momentos especiales, etc. Así que la gente tomaba sus fotos para después llevarla a revelar e imprimir, seleccionaba las mejores y listo: a inscribirse.
Cada semana un ganador
Cada semana en El Sol de Tampico se publicaban los ganadores. Eran dos categorías: color, y blanco y negro. El premio en esta fase era de 250 pesos en vales para productos Kodak en las tiendas De Llano.
Los ganadores de cada semana obtenían el derecho a participar en la etapa nacional, donde se podían obtener hasta 25 mil nuevos pesos en bonos del ahorro nacional. Se premiaba a los tres primeros lugares y aparte se entregaban menciones honoríficas de 500 nuevos pesos
Más de 50 mil dólares en premios
En la convocatoria que se publicaba en nuestro periódico se mencionaban los premios internacionales, que alcanzaban los 52 mil 500 dólares en efectivo, además de premios al mérito y menciones honoríficas.
Cada uno de los ganadores semanales era informado vía telefónica y tenía que pasar a las oficinas del periódico. Allí recibía una impresión en formato mediano de su imagen ganadora y dos reconocimientos, cada uno con una etiqueta dorada con la leyenda Kodak International Newspaper Snapshot Awards, KINSA.
➡️ Te puede interesar: Luis Buñuel: el camino que el cineasta español forjó en México
Un reconocimiento era por ser ganador de la semana en su categoría, emitido y fechado por El Sol de Tampico; con el logotipo del concurso fotográfico periodístico internacional Kodak para aficionados, KINSA.
El segundo documento llamaba más la atención, pues estaba redactado en inglés, y tenía además la firma de la Eastman Kodak Company, de Rochester, Nueva York.
Todo esto con el vale por 250 pesos, que uno podía canjear por los diversos productos Kodak de la época: rollos fotográficos, cámaras, flashes, accesorios varios.
Pero quizá lo más relevante para los lectores era ver su imagen impresa en el periódico de mayor circulación. Seguramente hoy muchos recuerdan este concurso y se animaron a participar, y quizá hasta obtener algún premio. La afición por este arte continúa en el mundo cotidiano y digital, retratando hoy al entorno y sociedad del siglo XXI.
¿Qué pasó con la marca Kodak?
La historia de esta marca es un caso en las escuelas de negocios y mercadotecnia. Dominaba el mercado mundial de la producción de rollos y cámaras fotográficas hasta finales del siglo XX.
Recibe las noticias de El Sol de Tampico directo en tu WhatsApp, suscríbete aquí
Pero el advenimiento de la fotografía digital fue algo que no supieron manejar. Ellos fueron los pioneros en desarrollar cámaras fotográficas digitales, pero ante el temor de terminar con su negocio de las películas (los rollos fotográficos) no comercializaron este producto. Pronto surgieron las primeras cámaras digitales de otras marcas, y poco a poco llegaron a las masas.
Lo demás es historia. Kodak sobrevive pero con productos especializados como los usados en la industria médica.
El concurso fotográfico KINSA para aficionados es sin duda un recuerdo aún nítido de los que participaron con la mejor sus capturas.