La zona sur de Tamaulipas ha sido y es hogar de grandes exponentes de las bellas artes. Uno de estos artistas es Félix Alfonso Orta Muñoz, un contador que por más de 20 años se ha dedicado a la interesante disciplina de la escultura.
En entrevista para EL SOL DE TAMPICO habló de sus inicios en esta actividad y de lo que ha representado para su vida.
SU ACERCAMIENTO A LAS ARTES
El primer acercamiento que tuvo al modelado fue a una edad temprana jugando con plastilina en las clases de guardería. Recuerda con mucho cariño una ocasión en que él y sus compañeros tuvieron que realizar un pequeño avión con dicho material; mientras los demás niños solamente juntaban dos barras de plastilina, Ricardo realizó con gran detalle su trabajo.
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Sin embargo, fue hasta los 23 años cuando retomó la actividad de forma autodidacta. Durante esos años comenzó a elaborar pequeñas piezas con materiales que veía en distintas tiendas, entre ellos la plastilina epóxica.
Gracias a su iniciativa logró percatarse de que tenía facilidad para la escultura por lo que continuó experimentando con otro tipo de componentes.
SU PREPARACIÓN
Con el paso del tiempo, el tampiqueño ha complementado sus conocimientos adentrándose a otro tipo de técnicas artísticas. Así mismo, ha estudiado el trabajo de grandes creadores y materias como la anatomía humana con el objetivo de mejorar y tener mayor maestría con cada escultura que elabora.
Para crear sus obras implementa la técnica aditiva por lo que utiliza principalmente la arcilla, plasticeras y todo tipo de plastilinas.
Por otro lado, el artista comentó que la mayor parte de su trabajo puede verse en establecimientos comerciales, instituciones y clubes aunque también ha tenido la oportunidad de presentarlo en la Casa de la Cultura y el Centro Cultural IRBA.
COMPARTE SU AMOR POR EL ARTE
Sobre su faceta como docente, Félix señaló que ayuda a sus alumnos a conocer sus manos como herramientas. Así mismo, busca mostrar los materiales disponibles en el mercado; cómo prepararlos y en ciertos casos la manera de reciclar algunos de ellos.
Por otro lado, los primeros ejercicios que imparte no son tediosos, pues trata que el estudiante vea resultados lo más pronto posible.
Orta dijo que siempre ha mostrado gran fascinación por el David, el trabajo de Rodán y grandes monumentos como el Coloso de Rodas. Lo más intrigante de estas obras es el hecho de que fueron creadas en una época sin tantas herramientas tecnológicas. También comentó que lo más increíble de estas esculturas es que pueden ser apreciadas tanto por artistas como público en general.
Por último, Félix Orta compartió que sin el arte no tendría felicidad en su vida. Debido a ello las personas deben desarrollar sus capacidades en cualquier actividad por la que tengan afinidad.
Para él es muy reconfortante ver que cada niño, joven y adulto al que guía mejora sus habilidades con cada clase.