Ser "youtuber" ha desplazado al anhelo de ser médico o bombero en la mente de los niños, que observan a los actuales talentos de las redes sociales como un modelo a seguir, la referencia de éxito que pretenden imitar.
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Para aprovechar ese auge, el empresario tampiqueño Héctor Castillo integró la formación de los nuevos talentos digitales a sus cursos en la escuela Boomerang Consulting, proyecto lanzado hace apenas cuatro años.
Esta empresa de consultoría y formación en línea da capacitación en varias ciudades de forma presencial, aunque en este momento todo es online.
Con las actuales condiciones de aislamiento y la modalidad a distancia muchos niños han aumentado su interés por ser edutubers, “quieren ayudar a enseñar matemáticas, ya que tienen la habilidad de la enseñanza, es un mundo lleno de posibilidades”, comentó.
En las clases “hemos tenido niños en los cursos que graban videos sobre el daño que causa el clasismo, otros que quieren hablar de dibujos de anime, también sobre cómo jugar ajedrez, es decir no todo son videos de bromas, o retos, también hay interés en el aprendizaje”.
Un factor importante, como todo en la vida, es el apoyo de los padres, “muchas veces tienen una idea equivocada de lo que es ser un "youtuber", y por el contrario hay otros que tienen muy claro cómo puede ayudar a sus hijos a aprender estas habilidades de comunicación”.
Actualmente, todos los cursos son en línea por las condiciones impuestas por la pandemia, lo que no ha desmotivado la participación de los niños y jóvenes.
El costo va de 750 pesos en formato virtual a 2 mil pesos si es presencial, dura alrededor de 8 horas y se imparte en 2 días.
LOS CANDADOS DE SEGURIDAD
Los niños pueden tomarlo a partir de los 6 años de edad, les enseñan desde cómo crear su cuenta en Youtube, los candados de seguridad, se les da información de que no suban un video hasta que sus papás se los autorice, se propicia esa interacción con el padre o la madre, porque a veces los papás no revisan el material, es parte de la promesa de seguridad que se tiene.
“Tenemos dentro del programa un área que ve cómo entrenar tu voz, donde los niños aprendan a cómo deben manejar el tono, el ritmo de su voz y aplicarlo con las emociones, y una serie de ejercicios viéndose al espejo, haciendo un diálogo, con enfoques de ira o felicidad o frustración, para aprender a expresarse en todas las emociones”, explicó.
También se les enseña cómo elaborar un guion, y la importancia en la elaboración de los videos, cuál es la estructura y el objetivo del video, los niños empiezan a hacer su guion y a elegir las tomas, incluso aprenden a editar sus videos.
“Hemos recibido buenos comentarios de los padres que ven cómo sus hijos mejoran en sus presentaciones en clases, es un indicador de que estas habilidades de comunicación deben practicarse y pueden ser aprovechadas”, concluyó.
El mundo de las redes sociales va implícito en las nuevas generaciones, quienes son manejadores nativos de los bits y el teclado, más la supervisión cercana de los padres o mentores será siempre fundamental para protegerlos de los peligros que en ese espacio abundan.