A la espera de regresar a celebrar bodas, quinceaños y aniversarios se encuentran miles de familias que por la contingencia sanitaria han tenido que aplazar en el mejor de los casos- sus tradicionales pachangas, conformándose con videollamadas y felicitaciones a través de sus celulares.
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Sin embargo, el ambiente de fiesta y el baile al ritmo de sones tropicales o cumbias, también conocida como wewa, es algo que se extraña. Actualmente quienes se encargan de llevar esa alegría a nuestras reuniones sociales también la están pasando mal a causa del coronavirus.
GRUPO MARENOSO
“Extrañamos bastante ir a eventos porque era trabajo y sí nos divertíamos mucho”, explica Manuel Escobar Antonia, fundador y tecladista de Grupo Marenoso.
Detalla que el oficio de músico siempre ha sido intermitente, sin embargo, a raíz de la pandemia han tenido que enfocarse en otras labores, “porque sí nos afectó mucho, ahorita tenemos otros trabajos; antes sí teníamos algunos, pero nuestra prioridad siempre había sido la música”.
Desde mediados de marzo se ha prolongado el estado de emergencia sanitaria en México; mismo que en Tamaulipas seguirá vigente por decreto hasta el 31 de octubre y -como medida para prevenir contagios- se ha pedido evitar las celebraciones con más de 10 invitados.
LISTOS PARA VOLVER
“Nos llamaban principalmente para bodas y quinceaños, también en los cumpleaños. Las canciones tropicales y las cumbias para bailar eran muy solicitadas, aunque tocábamos desde románticas y boleros hasta chachachá”, describe el fundador de este conjunto integrado por Alejandro en la animación, Cipatli como bailarina y Fernando Alanís en los timbales y percusiones.
Aunque llevan 2 años conformados como Grupo Marenoso, se han “puesto las pilas” para posicionarse en el gusto del público y aún en tiempos difíciles buscan la manera de ensayar, “hemos hablado los chavos de regresar con más fuerza y entusiasmo. Esperamos bastante que ya pase esto, lo que queremos es regresar a tocar”.
ANHELO DE TAMPICO
“Se extraña todo, el contacto con la gente, el interactuar con ellos, el trabajo que conlleva una presentación, conocer lugares y tantos pueblos y ciudades aún desconocidos. El ambiente de un evento, la alegría de la gente bailando y gozando de la música que uno realiza y la remuneración económica que debe de ser”, dice Francisco Portilla Galaviz, representante de Grupo Anhelo de Tampico y maestro del bass eléctrico.
Remarca que la pandemia ha afectado a músicos y a muchísima gente que vive al día; desde trabajadores de ciertas empresas hasta comerciantes ambulantes.
La agrupación conformada por Lorenzo Portilla en los teclados y acordeón; Pedro Abad como baterista, Contado Acosta en las percusiones, Jordan Emmanuel Portilla en la guitarra y bajo quinto y Juan Basoria junto a Juan Castro como vocalistas tuvo sus inicios en 1996 y están a la espera de regresar.
BENDITAS REDES SOCIALES
Su último evento lo tuvieron el 1 de mayo, pero las restricciones no han frenado ese anhelo de reencontrarse con su público y ha sido mediante el internet que han encontrado la manera de preservar el vínculo.
“El pasado 2 de septiembre precisamente realizamos una transmisión en Facebook Live, aprovechando las benditas redes sociales hoy en día para tratar de que la gente o el público tenga conocimiento de que estamos activos musicalmente”, comenta el entrevistado.
Finalmente recuerda que debido a la inseguridad “allá por el 2010 decidimos parar por protección, porque estaban muy feas las cosas y hoy en día empezando el año decidimos reintentar regresar al ambiente musical y que se viene la pandemia en marzo”.
Sin embargo, enfatiza que sus ganas de volver a los bailes y a las pachangas los ha impulsado a buscar la forma de seguir, “empezamos a hacer ruido con transmisiones en vivo, realizar videos caseros con lo que tenemos a nuestro alcance. Es gracias a los comentarios de la gente que anhelamos seguir buscando destacar en este difícil y a la vez bonito, trabajo de la música”.
UN LLAMADO A CUIDARSE
Por su parte, Manuel de Grupo Marenoso concluye haciendo un llamado a las personas para que sigan cuidándose, “a la gente le queremos decir que usen el cubrebocas y acate todas las medidas; yo creo que solo así vamos a poder regresar pronto. Usen todo, cubrebocas, caretas, guantes, todo lo que sea posible y esté en sus manos porque queremos regresar a las fiestas”.
La pandemia puso pausa a la "wewa", a los pasos rápidos y rítmicos para bailarla, a la alegría del baile y la convivencia social, pero sin duda la posibilidad de pronto regresar enciende las ganas de mantenerse activos y listos para de nuevo regresar a los “bailongos”.
