Su nombre es Abraham Martínez Salas y por medio de redes sociales compartió cómo arribó a la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) Campus Sur a caballo. El joven ingresó por la avenida Faja de Oro, para después dirigirse a la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales donde posó para la foto.
Martínez publicó en sus cuentas las instantáneas donde se le ve arriba del caballo, con mochila en la espalda, vistiendo predominantemente de azul, con la canción “Soy de rancho” de El Komander de fondo.
“Sube tantito la gasolina, yo en corto”
En tono cómico, Martínez justifica su decisión de llegar cabalgando a la universidad con el argumento de que la gasolina subió de precio. Incluso al iniciar el recorrido, preguntó a sus seguidores vía Instagram cuáles canciones recomendaban escuchar rumbo a la escuela o el trabajo.
Las reacciones a las publicaciones son mayoritariamente favorables, con comentarios como “A ver cuándo me lo prestas” y “Qué tengas un excelente día”.
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También hay quien se preocupa por el bienestar del caballo, preguntando si fue “estacionado” a la sombra, con comida y agua disponible, mientras esperaba que su dueño saliera de clases. El ejemplar en cuestión luce en apariencia sano, es de color café con manchas blancas arriba de los ollares y en las patas.
¿Qué significa ser de rancho?
Martínez Salas, oriundo de Altamira, se define como “agroemprendedor” y “de rancho”. Dicha expresión remite a la canción homónima de José Alfredo Ríos, mejor conocido como “El Komander”.
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La letra de “Soy de rancho” señala que las personas que pueden emplear dicho título son aquellas que “han nacido y se han creado en el monte”, además de “haber navegado en barrancos y brechas”, sin olvidar que los de “rancho” son aquellos que “conocen el olor a ganado y el cantar de los gallos”.
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En la zona conurbada de Tampico donde los automóviles se detienen para dar paso a los cocodrilos en las inmediaciones de la Laguna del Carpintero; donde se dice que los marcianos protegen a la ciudadanía de los huracanes; ahora los estudiantes también llegan a caballo a sus clases universitarias y comparten su travesía en redes sociales.