Su nombre era Harriet, aunque por mucho tiempo se le conoció como Harry. Era un quelonio gigante, capturada en las islas Galápagos en el siglo XX, presuntamente por Charles Darwin. La cual falleció en el 2006, a la edad de 176 años, en el Australian Zoo, propiedad de la familia de Steve Irwin. Descubre la historia de quién fue el ser vivo más viejo del mundo.
Cuando Harriet conoció a Darwin, a Wickham y a Irwin
De acuerdo al portal de “Australian Zoo”, recinto donde Harriet pasó sus últimos años de vida, en 1935, ella y Charles Darwin se conocieron en las islas de los Galápagos.
El encuentro entre ambos fue el resultado de las investigaciones biológicas realizas por el naturalista en el famoso archipiélago del océano Pacífico. Con el tiempo, las observaciones realizadas por Darwin en ese periodo se convirtieron en la base de la famosa teoría de la evolución por selección natural.
El “Australian Zoo” sostiene que el considerado “Padre de la evolución” decidió llevar consigo a Harriet rumbo a Inglaterra, lugar donde permaneció durante algunos años.
En 1842, el oficial de la Marina Real Británica, John Wickham, quien acompañó a Darwin a bordo del Beagle, la adopta y viaja junto a ella rumbo a Australia.
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Es importante aclarar que, para ese momento, todos creían que Harriet era Harry. Error que perduró durante poco más de un siglo.
Una vez en Australia, Harriet vivió primero en el Jardín Botánico de la Ciudad de Brisbane y después en el Parque de vida silvestre David Fleay's.
Sin embargo, en 1986, muda su domicilio al “Australian Zoo”, un espacio de conservación de la vida silvestre fundado por el matrimonio conformado por Bob y Lyn Irwin, padres de Steve Irwin, quien fue conocido como “el cazador de cocodrilos”.
La longevidad de las tortugas
Harriet falleció a la edad de 176 años, el 23 de junio de 2006, después de conseguir entrar al libro de los récords Guinness como el espécimen del reino animal más viejo del mundo.
No obstante, la mayoría de los hombres que marcaron su vida, murieron muchos años antes que ella. John Wickham, con quien viajó de Inglaterra a Australia, expiró en 1864, a la edad de 65 años. Mientras que Charles Darwin, quien presuntamente la capturó en las islas Galápagos, pereció en 1882, con 73 años de edad.
Por su parte, Steve Irwin murió el 4 de septiembre del 2006, tan solo 73 días después que Harriet.
En el 2005, entró al libro de los Récords Guinness como el animal vivo más longevo. Lugar que ahora ocupa la tortuga Jonathan, con 191 años.
En la actualidad, diversas instituciones, entre ellas la Universidad del Sur de Dinamarca, la Universidad Penn State y la institución del Northeastern Illinois, estudian diversas especies de tortugas para descifrar el secreto de su longevidad.
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Hasta el momento no se ha llegado a ninguna conclusión definitiva, aunque los reportes apuntan que las tortugas pueden llegar a etapas avanzadas de vejez porque su deterioro celular es sumamente lento.
¿Esta historia es real?
A pesar de la biografía del “Australian Zoo” sobre la famosa tortuga, diversos medios, entre ellos el periódico El País de España, dudan que, efectivamente, Harriet haya conocido a Charles Darwin.
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Los detractores de esta versión sostienen que el espécimen fue encontrado en la isla de Santa Cruz, una franja de tierra en las islas Galápagos, en la cual Darwin nunca desembarcó.
Aunque no existe evidencia suficiente para sustentar o negar el mito, independientemente de si Harriet conoció o no a Charles Darwin, lo cierto es que los análisis de sangre realizados en vida, sí demostraron la veracidad de su edad. Además, las fotografías del Australia Zoo demuestran su cercanía con Steve Irwin. ¿Qué opinas de esta historia?