Existen una serie de incógnitas alrededor de la obra de arte sacro que lleva por nombre “Nuestra Señora de Tampico”: ¿por qué la Virgen representada tiene rasgos mestizos?, ¿a qué ciudad ofrece su protección?, ¿cuál es la historia de la flota de barcos a sus pies?, pero sobre todo ¿qué tiene qué ver Tampico con esta obra pictórica?
Esta pintura, conocida también como la Virgen de Tampico, fue hallada en 1919 en los inventarios del que fuera un antiguo convento de Capuchinos, en la ciudad de Cadiz, España. Su autor permanece anónimo. Fue restaurada en el año 2000. Esta noticia cruzó el océano y llegó hasta un grupo de porteños, que solicitó fuera “devuelta” a la ciudad.
Lo que se sabe de la Virgen de Tampico
El encargado de despacho de la Crónica Municipal de Tampico, Josué Picazo Baños, detalló que no se sabe mucho sobre esta imagen sacra más allá de que es una representación de la virgen María, en su advocación de la Inmaculada Concepción. Muestra a una mujer con vestimenta color naranja rojizo y con un manto cubierto de estrellas; entre sus brazos sostiene a un bebé con rasgos igualmente mestizos.
“Se piensa que pudo haberse pintado en el siglo XVII, incluso se habla de que pertenece a una corriente llamada Escuela de Sevilla. A partir de la imagen se han hecho algunos estudios y suposiciones, y lo que acá en Tampico llamó la atención fue el propio nombre, ¿por qué ese nombre, y allá en Cádiz?”, dijo a EL SOL DE TAMPICO.
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Para el investigador, resulta interesante saber cómo llegó el nombre de Tampico a una representación mariana elaborada en España.
“Sobre todo porque en el siglo XVII la Villa de San Luis de Tampico, lo que ahora es Pueblo Viejo, realmente era una población muy pequeña, al lado del puerto de Veracruz. Pero por alguna razón que tal vez nunca sepamos u ojalá algún día surja un documento por ahí, aparece (Tampico) en el nombre de esta pieza”.
Picazo Baños detalló que se piensa que la pieza de arte sacro representa un ataque pirata al puerto de Veracruz. Mencionó al historiador Juan Antonio Fierro Cubiela, quien sostiene que es una referencia al ataque del pirata John Hawkins en 1568. Casi un siglo después, la obra es pintada.
La polémica con España por la imagen sacra
Por su valor artístico e histórico, Fierro Cubiela impulsó la restauración de la pieza, que tiene una medidas aproximadas de un metro por 2.50 de alto, por parte del artista Francisco Fernández Trujillo, en el año 2000.
Por aquellos años, un grupo de tampiqueños se enteró de la existencia de la pintura y solicitó a Fierro Cubiela que entregara la pieza.
“Allá en España estaban un poco nerviosos al respecto. Porque no se sabía qué alcance podía tener esa petición”, indicó el cronista.
Señaló que uno de los principales argumentos era que si el título de la obra decía “Tampico” se debía a que se la habían llevado de la ciudad, de lo cual, indicó, no hay ninguna certeza.
“Sobre todo porque, además, poniéndonos más estrictos, si se habla de un Tampico del siglo XVII, pues estamos hablando de Pueblo Viejo. Realmente creo que fue un asunto polémico que no debía llegar a mayores”.
“Es una obra hermosa que nos pertenece”
No obstante, Tampico se hizo de su propia pintura de la Virgen. El artista y restaurador Antonio Corona Aceves, a petición del fallecido historiador Marco Antonio Flores Torres, realizó una réplica de la obra, con medidas de 77 centímetros por 1.07 metros, en piroxilina sobre tela, la cual, explicó el pintor, hoy forma parte de una colección particular.
Corona Aceves refirió que la Virgen de Tampico presenta una estilo manierista, de formas alargadas al estilo de El Greco, con la finalidad de que fuera apreciada desde cierta altura y su perspectiva visual luciera proporcionada. “Una obra hermosa”, describió en entrevista.
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Indicó que fue Flores Torres, quien a su vez había escuchado la historia del también cronista Carlos González Salas, el que le habló de la existencia de esta obra que, decía el finado historiador, habría sido trasladada de Tampico a España a través de un barco.
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Menciona que a pesar de los valores estéticos de la pieza si esta no es tan conocida, se debe a que es una representación ligada a las embarcaciones piratas, lo que explicaría la flotilla a los piezas de la virgen. No duda en aseverar que esa pieza “nos pertenece”.
“Es parte del patrimonio cultural de México, que nos identifica, como obra artística y testimonio histórico”, dijo sobre la Virgen de Tampico.
