El derrumbe de la iglesia en Ciudad Madero -que dejó un saldo de 12 muertos y 60 heridos- ha generado afectaciones en la salud mental de la población del sur de Tamaulipas quienes están preocupados del desplome de losas que aparentemente son seguras.
“Es algo que se llama histeria colectiva esto deriva de cuando hay un evento o un suceso que afecta a una persona o un grupo de personas y nos hace pensar en que a nosotros también podría pasarnos”, declaró a EL SOL DE TAMPICO, la psicóloga, Laura Itzel López Sotelo.
Esta Casa Editora publicó el pasado 10 de octubre, que en Ciudad Madero se han recibido un promedio de 300 solicitudes para revisión de estructuras a inmuebles, la mayoría de ellas son de escuelas, esto después del desplome de la iglesia de la Santa Cruz.
El alcalde Adrián Oseguera Kernion señaló que durante esta semana han estado trabajando de manera coordinada con las autoridades estatales para la inspección y supervisión de edificios.
“Nos estamos coordinando con Protección Civil Estatal, estamos recibiendo todos los reportes de posibles afectaciones de escuelas, edificios, iglesias y diferentes áreas del municipio”, anunció.
Afecta la ironía de haber ocurrido en una iglesia
De acuerdo con la especialista en psicología que ofrece terapia a personas que han padecido hechos traumáticos, el hecho de que haya ocurrido en una iglesia considerado como un espacio seguro, propicia que se genere un temor hacia las escuelas.
“Es una iglesia, justo, porque es la ironía de que es un lugar seguro un lugar de descanso un lugar a donde van las personas a depositar un poco sus problemas, sus frustraciones, de repente, que se caiga te hace pensar en estos otros lugares”, explicó.
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Explicó que esta necesidad de que se revisen estos espacios es derivado de la histeria colectiva.
“Muchos de los lugares que han pedido revisar son escuelas, no me parece para nada casualidad que justo sean lugares públicos, lugares que podríamos catalogar como seguros”, planteó.
¿Cómo superar la histeria colectiva?
Señaló que es prioritario realizar acciones concretas como revisar los edificios donde realmente podría haber un daño.
“Explicarle a las personas que la histeria colectiva es un poco como de imitación, lo que pasó aquí es que al ser un lugar pequeño todos conocen a alguien que iba a esa iglesia no o que estuvo cuando ahí pasó y por ello quieren prevenir” apuntó.
La terapeuta indicó que una situación similar ocurrió con la pandemia cuando inicialmente se veía como un fenómeno lejano y después las personas cercanas comenzaron a contagiarse.
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“La gran mayoría conocíamos a alguien que falleció de Covid o alguien que se enfermó; nos hicimos como más conscientes de que las cosas de repente pueden salir mal, que todo pues, se puede descontrolar”, planteó.
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Detalló que aquí debe aplicarse un proceso que se llama desideologización. “Se llama desideologizar, es decir explicar a detalle cómo funcionan estas estructuras y para ello pues se necesitan información en donde se expliquen muy concretamente estos procesos”, precisó la terapeuta ante el problema de salud mental que generó el derrumbe de la iglesia en los habitantes del sur de Tamaulipas.
