Ser notado, escuchado y recordado por sus seres cercanos a través de sus acciones, es el objetivo del protagonista de "Altazores", una obra de teatro escrita por el dramaturgo tampiqueño Sergio Aguirre y que ha sido montada en distintos espacios de Latinoamérica.
En julio pasado se llevó a cabo la más reciente adaptación de dicho texto y fue montada por el Grupo de Taller de Teatro que impartió Nayely Jázquez Nava en la Casa Municipal de Cultura de Zacatecas.
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En entrevista para EL SOL DE TAMPICO ambos creadores compartieron el proceso y los retos que implicó abordar esta obra la cual surgió de la convocatoria internacional “Patios de recreo”.
Proyecto nacido de una convocatoria internacional
Sergio Aguirre explicó que dicha convocatoria fue emitida por la Asociación de Teatristas Independientes para la Niñez y la Adolescencia, organismo que a su vez es una división en América Latina de ASSITEJ, Asociación de Artes Escénicas con sede en Londres, Inglaterra.
“Consiste en realizar una investigación en una escuela para, a partir de los datos arrojados, desarrollar un texto dramático”, explicó Sergio Aguirre.
La institución elegida por el tampiqueño para realizar dicha investigación fue la Telesecundaria #3 ubicada en la colonia Laguna de la Puerta de Altamira.
Como parte de este proceso de trabajo, Sergio fue apoyado por Sandra Muñoz, directora de Dosce La Compañía, grupo de teatro del cual también es integrante.
“Me ayudó a hacer este acercamiento con los muchachos y escuchar de viva voz su universo, sus mundos, sus pareceres, cómo ven la vida y a partir de eso, de manera completamente libre, yo desarrollo el texto”, explicó.
¿De qué trata Altazores?
Definiendo a su obra como un texto que puede ser interpretado de distintas maneras, Sergio Aguirre explicó que Altazores es una historia de un joven con un sentimiento de soledad, que busca la manera de ser notado y escuchado.
“Desde el punto de vista de la anécdota, consiste en que se fabrica un paracaídas pero que en lugar de hacerlo caer lo ayuda a subir, como si una ráfaga de viento lo inflara y él se elevara”, señala el dramaturgo.
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Por otro lado, la obra aborda una temática de gran complejidad: los tiroteos en las escuelas.
“Los chicos que llegan con armas y que hacen cosas, uno podría pensar que está echada a perder la juventud en donde quiera, pero la realidad es que están solos, están terriblemente solos”, añadió el integrante de Dosce La Compañía.
El texto en manos de Nayely Jázquez y sus alumnos
Hablando sobre el proceso para abordar Altazores, la directora del taller de teatro de Casa Municipal de Cultura de Zacatecas comentó que el texto original le permitió a ella y a sus estudiantes abordar nuevos horizontes del teatro mexicano.
Así mismo, uno de los retos afrontados por los artistas fue explorar las emociones que el guión los hacía sentir. “Era saber qué sentían, qué voces escuchaban, con qué textos se identificaban, lo que les hacía sentir y nos aventamos varias semanas de decir solamente qué nos hacía sentir el texto”, recordó Jázquez Nava.
Cabe destacar que los alumnos y las alumnas de este curso contaban con edad entre 17 y 21 años, cualidad que les permitió relacionarse en mejor medida con la historia y sus personajes.
“Algo que me pareció muy importante es que hablaban de que muchas de las cosas que le sucedieron en esa edad fueron muy significantes para ser quienes son ahora y quiénes somos, porque, claro, yo me incluyo”, detalla la directora escénica.
Una experiencia marcada por las emociones
El proceso de trabajo concluyó con una función de Altazores, la cual fue presentada el 26 de julio en las mismas instalaciones de la Casa Municipal de Cultura y que fue presenciada por el propio Sergio Aguirre.
“Me gustó mucho lo que vi, y se lo comenté a la misma Nayely y a los chicos, los vi divertirse y creo que para mí lo importante es que quien ejecute este texto se divierta con él”, así definió el dramaturgo su experiencia en la presentación.
Finalmente, ambos teatristas comentaron que entre sus planes está el continuar trabajando en sus respectivas disciplinas, de forma individual o conjunta. Del mismo modo, el tampiqueño externó la gran emoción que lo llena al colaborar con artistas de distintas regiones del país y del extranjero.
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“Nos pone en contacto y todas estas geografías unidas por el arte nos ayudan a encontrarnos a nosotros mismos aunque estemos a muchos kilómetros de distancia, o que alguien se encuentre con nosotros y que quizá nunca nos hayamos visto”, concluyó.