Don Santiago Maya Hernández, quien dio a conocer la situación difícil que está pasando por falta de recursos económicos, ya tiene un teléfono al cual pueden comunicarse las personas que deseen ayudarle y es el 55 18 22 85 43.
Además, en busca de laborar, acude de martes a sábado a la Plaza Hijas de Tampico en busca de apoyo, en un horario de 8:00 a las 15:00 horas.
Actualmente, padece de diversas enfermedades propias de su edad, pues tiene 83 años y no ha podido atenderse, por lo que le urge encontrar un empleo.
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"Solo no podría ser alguna ocupación en la que le tenga que cargar cosas pesadas, algo como velador o una cosa así, porque por las enfermedades no puedo hacer mucho" dijo.
Sigue pendiente de su mamá
Por la mañana Don Santiago acude a ver a su madre, después desde las 8 de la mañana y hasta las 3 de la tarde permanece en la esquina de la plaza Hijas de Tampico, justo donde se cruzan las calles Benito Juárez y Pedro J. Méndez.
"Afuera del Selecto y frente a la puerta principal del mercado de Tampico, para solicitar el apoyo de la gente" dijo.
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Expone que no cuenta con ningún servicio de seguridad social y los achaques de la edad han hecho que no pueda acudir algunos días hasta este punto del puerto de Tampico a conseguir el apoyo, por lo que en ocasiones tiene que quedarse del otro lado del río hasta sentirse mejor.
Dos meses de su llegada a Tampico
Pero no deja de cuidar a su madre, "le llevo su cafecito, la veo y ya en el resto del día mi hermana se encarga de ella, de darle de comer, bañarla y ver por ella, ahí la vamos pasando", además que los días lunes Don Santiago tiene que cuidar a su progenitora todo el día por lo que no acude a Tampico.
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"Aquí tengo ya como dos meses que llegué a buscar trabajo", dice, indicando que varias personas ya le han ayudado dándole algunas monedas que le sirven para medicinas que requiere, sobre todo su madre, pues en fechas pasadas sufrió ella una caída teniendo que ir al doctor, siendo en esa ocasiones unas personas caritativas las que la apoyaron.
Don Santiago, el abuelito que pide apoyo para él y su madre de 98 años, sigue apelando a la sensibilidad social, para conseguir apoyo o un empleo para obtener recursos.
