El transporte de carga que afronta una de las peores caídas de los últimos años, a causa de la crisis por el virus SARS CoV2, se vería en serios problemas en el 2021 si no cuenta con las reducciones aplicadas en los estímulos al peaje y diésel, pues de inmediato impactaría hasta en un 30% el costo de fletes.
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Leobardo Saldívar Caballero, empresario transportista en este puerto, explicó que este año ha sido muy malo para el gremio, pues la demanda de transporte acumuló una caída promedio entre el 15 y 18% para las empresas locales, porcentajes que en algunos momentos fueron hasta del cien por ciento, por lo cualquier disminución de los apoyos que reciben sería catastrófica.
Cada año la Secretaría de Hacienda aprueba como transitorio un artículo en la Ley de Ingresos de la Federación, con lo que autoriza estímulos fiscales a casetas peaje y diésel que utiliza el sector, pero esta vez se ha dejado a consideración de los legisladores, lo que es preocupante, comentó.
“Esto nos preocupa, pues se corre el riesgo que cuestiones políticas incidan para que las cámaras de diputados o senadores den marcha atrás a ese apoyo, que desde hace mucho ha ayudado en la competitividad del transporte de carga”, agregó.
Dijo que los transportistas cada año diseñan su estrategia de negocios basados en estos estímulos del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) al diésel y pago de casetas que representan hasta el 50% de la estructura de costos para las empresas y cualquier disminución empeoraría la situación que afronta el gremio.
Sin embargo, consideró que el peor impacto sería para los consumidores, pues de inmediato los precios de alimentos incrementarían hasta 30%.
Ante ello dijo que buscarán un acercamiento con diputados y senadores para que mantengan la vigencia de la ley y seguir apoyando la sobrevivencia y competitividad de las empresas.