Hace unas semanas don Alberto González González celebró su cumpleaños número 80, afortunadamente con buena salud y acompañado de su hijos y nietos, el día se hizo aún más especial cuando recibió un regalo muy emotivo: el disco que perdió en su juventud y que creyó que jamás iba a recuperar.
“La Incomparable Orquesta Tampico de Claudio Rosas: Recordando a Curiel” fue el vinilo que pudo sostener de nuevo entre sus manos. Ahora puede tocarlo en su consola, para que la música llene cada rincón de su casa, ubicada en la colonia Choferes.
“Parecía niño con juguete nuevo; nos sorprendió mucho la impresión que le dimos” dijo Francisco González Ruiz, hijo de don Alberto, a EL SOL DE TAMPICO.
Don Alberto González González y el disco de la Orquesta de Tampico
Francisco indicó que desde semanas atrás había hablado con su papá respecto a su cumpleaños, y que por sus ocho décadas de vida ameritaba un regalo muy especial; así que le dijo que fuera pensando en algo que quisiera de obsequio.
“Me dijo: ‘Fíjate que hay un disco que no consigo. Un disco que hace mucho tiempo yo presté y no me lo devolvieron’”, contó. El álbum se lo llevó un amigo con el que el contacto se perdió, por lo que no había manera de recuperarlo. “Me quedé con esa idea, de conseguírselo a mi papá”, añadió Francisco.
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Don Alberto recordaba sin problema el nombre de la grabación así como la ilustración de portada, la cual reconoció cuando se la mostraron en Internet.
Hijo llega hasta México a tienda de discos
Francisco recurrió a algunos amigos en Ciudad de México, que tenían contactos con tiendas de discos para preguntarles si podían encontrarlo. Pasado un tiempo le dijeron que no, que estaba imposible, y se rindieron.
“Poco antes de su cumpleaños lo visitamos, y mi papá me preguntó: ‘¿Oye hijo, pudiste averiguar algo del disco que te platiqué?’; así que sentí la presión. Solo le dije: no, todavía no, pero en eso estoy”, relató.
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Don Alberto González y su historia con la Orquesta Tampico
En un último intento, Francisco le pidió ayuda a su hijo para que revisara en Internet si había manera de encontrar el vinilo. “Le di los detalles, no tardó mucho en mostrarme una página y preguntarme: ‘¿Es este?’. Le dije que sí. Era el único que quedaba. Lo pedimos, lo compramos. El resto es historia”.
Francisco compartió el festejo de su padre y el momento en que recibe su gran regalo en el grupo de Tampico Antiguo. “Recibimos muchos mensajes y nos hizo valorar que estamos agradecidos por tener a mis dos papás y poder darles lo que todavía quieren ellos”.
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Francisco describe a su padre como un melómano que escucha de todo “excepto reguetón”, y quien gusta de escuchar en su cuarto su colección de discos. Además, la relación con la Orquesta Tampico va más allá de un disco anhelado.
“En la boda de mi papá tocó la Orquesta Tampico. Mi tío Luis González era muy amigo de Claudio Rosas, y por medio de él fue como se dio que la orquesta tocará ese día”, concluyó Francisco sobre Don Alberto, quien, por cumpleaños 80, le regalaron el disco que perdió en su juventud.
