La cultura de la donación de órganos avanza, sin embargo es necesario que más hospitales privados y públicos cuenten con la licencia para trasplantes, actualmente en Tamaulipas hay 8 mil pacientes en espera de un órgano y alrededor de los 2 mil son de la zona sur.

En nuestra entidad se practican con normalidad trasplantes de riñón y de córneas aunque el abanico de posibilidades y de necesidades es mucho más extenso.

La doctora Esmirna Chuy Díaz, responsable del Programa de Trasplantes del hospital Cemain y presidenta de la Fundación Humanitaria de Trasplante en Tamaulipas, señaló que de 2008 a la fecha se han realizado 56 trasplantes de riñón, 36 en el IMSS y 20 en el hospital Cemain, gracias a la labor de la fundación por impulsar la cultura de la donación.

“Nosotros nos dedicamos a promover la cultura de la donación, además de sensibilizar a las instituciones de salud para que se llevaran a efecto procedimientos y fue así cómo se formó un equipo de trasplantes en el Hospital Regional número 6 del Seguro Social y se inició con el primer trasplante de riñón de donante vivo en el estado, que fue el primero que se realizó en el estado de Tamaulipas por parte del IMSS en el año 2008”.

Señaló que actualmente en Tamaulipas únicamente se realizan trasplantes de riñón y córneas, “en el sur de Tamaulipas todavía no se realiza trasplante de otros órganos como corazón, hígado, de hecho en todo el estado de Tamaulipas se realizan trasplantes de riñones y de córneas, pero de corazón, hígado y demás solamente se realizan en ciudades muy específicas como Monterrey, Guadalajara y México”.

ACTITUD DE DONANTE HA CAMBIADO

“Hemos visto que a través de la fundación y a través del trabajo que ha realizado ha habido una gran evolución en la actitud de la población, esto nosotros lo medimos en un registro de donante voluntario”, dijo Chuy Díaz.

Amplió que “estos registros de donante voluntario cada año han ido incrementándose, antes se acumulaban 100 por año, después ya se empezaron a acumular 250 por año y ahorita llegamos a acumular más de mil por año de los donantes voluntarios, esto es simplemente llevar un registro de las personas que tienen la actitud de donar, no los compromete a nada, ni tampoco es una situación legal, solamente es decir sí quiero donar mis órganos, entonces en esto también hemos visto que ha progresado la actitud de la donación”, señaló la especialista.

Sin embargo comentó que no es solamente la actitud de las personas por donar, sino que se deben de reactivar más hospitales que puedan tener su licencia de donación y trasplantes, tanto públicos como privados.

“Aquí en la zona ya se tiene licencia del hospital ‘Dr. Carlos Canseco’ de Tampico, el hospital Civil de Madero, tienen su licencia para procuración de órganos, todavía no para trasplantes, los que tienen activa la licencia ahorita es el hospital Cemain, entonces es una situación que todavía nos quedamos muy cortos en la actividad de los trasplantes, porque hay una gran cantidad de pacientes en espera de recibir un órgano”.

DIABETES, LA PRIMERA CAUSA DE INSUFICIENCIA RENAL

“La gran problemática en nuestro país es la insuficiencia renal crónica que habitualmente es secundaria a la diabetes, hay muchos enfermos que no se han detectado, de hecho hay un estudio mexicano donde se examinan a más de mil pacientes en atención primaria y se encontró que el 75% de los pacientes que ya necesitan diálisis no hacen el tratamiento porque todavía no se dan cuenta, apenas la cuarta parte de los pacientes se dializa, entonces quiere decir que en algún momento van a llegar graves a urgencias porque no se dieron anticipadamente”, señaló Chuy Díaz.

Explicó que actualmente existen alrededor de 23 mil enfermos quienes se encuentran a la espera de un órgano, de los cuales 18 mil buscan un riñón, 7 mil una córnea, 300 un hígado, 50 un corazón y uno o dos pacientes están esperando páncreas y trasplante simultáneos de páncreas-riñón.

Chuy Díaz mencionó que la manera de detectar la insuficiencia renal es a través de los exámenes de laboratorio ya que los pacientes no sienten nada.

DONANTES VIVOS, LA MANERA MÁS FÁCIL

“En el país se hacen alrededor de 3 mil trasplantes de riñón al año y el 85% de los trasplantes renales se hacen de donante vivo, entonces esto quiere decir que tienen éxito, tanto para el donante como para el receptor”.

Señaló que a los enfermos de insuficiencia renal la primera posibilidad que se les debe de plantear es la donación en vida, de un familiar o de una persona no familiar, puede ser un amigo, una amiga, ya que la donación de donante fallecido son años de espera y muchas veces son esperanzas fallidas para el paciente quien en la mayoría de las veces no alcanza a vivir el tiempo suficiente para que le llegue el órgano.

TESTIMONIO DE VIDA

Celia Carrizales Castillo fue la primera paciente en realizarse un trasplante de riñón en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en 2008, relata un poco el desconocimiento de los trasplantes que había en esa época y que actualmente aún persiste en la sociedad, “cuando yo caía en el problema, desafortunadamente yo no conocía y yo no había escuchado anteriormente eso, yo no sabía qué era un trasplante, yo no sabía que había oportunidad de vida”.

Dijo que en el caso de ella no fue mucho el tiempo de espera ya que el órgano fue donado por su hermano, “no fue mucho tiempo la espera, bendito Dios, fue un año nada más lo que yo esperé en el protocolo, porque como fui la primera trasplantada en el Seguro Social, pues el Seguro no contaba con toda la estructura, como nunca se había hecho no contaba con toda la estructura necesaria para realizar un trasplante, los protocolos conmigo y los protocolos en el hospital, eso fue lo que hizo más largo el tiempo, si no, hubiera sido mucho más rápido el tiempo, lo que tardó en llegar el trasplante, y fue algo muy rápido porque en realidad ese año fue de análisis de estudios de compatibilidades”.

Carrizales Cruz señaló que es un cambio de vida después de ese trasplante, regresó a su vida normal y hasta el momento no ha tenido ninguna complicación, “te cambia la vida definitivamente, gracias a Dios cuando yo caía en este problema yo no me sentía tan mal porque yo no tuve que pasar por diálisis o por hemodiálisis, llegué en un punto de que todavía… con medicamentos me pudieran mantener, entonces yo no pasé por todo ese proceso y gracias a Dios no sufrí una caída ni mucho menos los últimos días o los días difíciles de tener que estar en el hospital”.

Más información: www.gob.mx/cenatra