Un día a la vez y de la mano de sus compañeros de Alcohólicos Anónimos (AA), Edwin logró salir del alcoholismo en que se inició a los 13 años. Hoy su historia es de éxito al lograr mantenerse sobrio y culminar una carrera profesional.
Es un joven originario del sur de Tamaulipas que vivió en carne propia los golpes de esta terrible enfermedad que lo hundió en la soledad y alejó de sus seres queridos.
Hoy con la serenidad, valor y sabiduría infundido por el grupo, logró terminar la licenciatura en Educación y ayuda a otros jóvenes quienes se encuentran en las mismas circunstancias.
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UN ADOLESCENTE EN EL ALCOHOL
“Hice contacto con el alcohol a la edad de los 13 años, en el primer grado de secundaria y al principio todo era diversión, pensé que todo estaba bien y mi alcoholismo fue creciendo, aislándome de la familia, de la sociedad, estudios truncados; el alcohol se volvió una dependencia”, relató sentado frente a un grupo de personas.
Al principio, como cualquier niño rebelde, lo tomó como un juego. Sin embargo, esa adicción creció con él al grado de que cada fin de semana se embriagaba junto a sus amigos, hasta ser dependiente del alcohol.
Embrutecido por las bebidas embriagantes estuvo varias ocasiones a la cárcel, su familia se fue alejando poco a poco y era rechazado por la sociedad, quedándose poco a poco sumergido en el alcoholismo y la soledad.
Solo después de tocar fondo buscó ayuda, logrando encontrar al grupo de Alcohólicos Anónimos, quienes le tendieron la mano para poder superar esta terrible enfermedad.
“Cuando yo me entero de que existen estos maravillosos grupos de Alcohólicos Anónimos tomo la decisión de acercarme para conocer, en lo personal yo sentía que estaba desesperado”, indicó.
DETERMINACIÓN PARA SALIR DE LA ENFERMEDAD
Edwin relató que la firmeza de dejar este vicio fue lo que le ayudó a quedarse en esta agrupación, donde ha observado como muchos otros solo llegan unos días y se van.
“A mí lo que más me sirvió para quedarme en una agrupación fue la decisión, trabajamos de buena voluntad y sinceros de querer dejar la bebida, empecé con una psicoterapia, con literatura y con unos compañeros que tenían más conocimiento, más experiencia con este problema que es una enfermedad y ellos fueron los que me apoyaron a salir adelante”, expresó.
Al paso de los días comenzaron a florecer sus ganas de vivir, buscó reiniciar sus estudios, logrando concluir la carrera profesional de Educación, por lo que emprendió también un grupo de apoyo para contribuir con otras personas.
LLAMA A LOS PADRES A AYUDAR A SUS HIJOS
“Les puedo decir que el grupo de Alcohólicos Anónimos u otras instituciones funcionan, que se den la oportunidad para tener una nueva vida”, aseveró el joven quien pidió a los padres de familias ayudar a sus hijos al notar actitudes extrañas en ellos y no dejarlos solos para que no caigan en el alcoholismo.
“Ojalá y todos los jóvenes el día de hoy tomen conciencia de que el alcoholismo se va acrecentando en sus vidas y puede llegar al grado de la locura y la muerte, es muy peligroso”, mencionó.
Edwin comentó que después de 10 años de ser un bebedor, pidió ayuda y ahora tiene 14 años sin probar el alcohol, lo que ha llevado que sea una persona de bien, con una formación académica y que apoya a más personas que están en esta misma problemática.